Caracas, 25 de marzo de 1827.
AL EXMO. SEÑOR GENERAL JOSÉ ANTONIO PÁEZ.
Mi Querido General:
Acabo de recibir la apreciable carta de Vd. de 9 del presente y he quedado sumamente complacido al saber que Vd. no cesa en desvelarse por la felicidad de esos pueblos, manteniendo a Achaguas en la más perfecta tranquilidad. Celebro mucho que se estén haciendo los mayores empeños en la persecución de los asesinos de Aramendi, y nada me parece más justo que el que la causa de éstos se ponga en estado de sentencia. Ya descanso de mis cuidados confiado en el celo e interés que Vd. siempre ha manifestado por la dicha de esos países, y no dudo que con su presencia e influjo marcharán esos pueblos con la mayor unión y armonía. Por ahora nada hay de nuevo por aquí, todo está casi en el mismo estado que indiqué a Vd. en mis últimas. Adiós, mi querido general, soy de Vd. amigo de corazón.
BOLÍVAR .
Reciba Vd. mil cariños de su amigo invariable.
D.Ibarra.