Caracas, 24 de julio de 1797 Señor Presidente Gobernador y Capitán General : Don Simón de Bolívar, natural y vecino de esta ciudad, hijo legítimo del Coronel Don Juan Vicente de Bolívar [1] y de Doña Concepción Palacios [2], ya difuntos, parezco ante V. S. y en la forma que haya más lugar de derecho sin perjuicio de cuantos me competan, digo: que muertos los expresados mis legítimos padres e igualmente mi abuelo Don Feliciano Palacios [3]., se encargó de mi tutela, por disposición de este último, mi tío carnal Don Carlos Palacios [4]., Alférez Mayor de esta ciudad, el cual ha correspondido a las intenciones con que fue hecho el nombramiento, dándome la mejor educación y poniendo el mayor esmero en la conservación y adelantamiento de mis temporalidades. En el presente día, que contamos veinticuatro de Julio de noventa y siete, cumplo la edad de catorce años, en que cesa o debe cesar la tutela testamentaria que ha ejercido en mí y mis bienes el expresado Don Carlos Palacios, quedando en mi arbitrio la libre elección de persona que se encargue de mi curatela por el tiempo que resta hasta llegar a mi mayor edad. Yo no puedo hacer mejor elección que aquella que sea más conforme a la que hizo mi expresado abuelo Don Feliciano Palacios de quien entiendo que como más interesado que otro en mi prosperidad, conferiría la comisión de mi tutela a la persona que encontró más apta y proporcionada para desempeñarla. Y pues que aquél después de mucha meditación nombró al insinuado Don Carlos Palacios, quiero yo hacer el debido honor a su nombramiento y empezar a dar testimonio de mi buen juicio nombrando como nombro por mi curador al propio Don Carlos, de quien espero que por efecto del tierno amor que me profesa y con respecto a los encargos que le hizo su padre al tiempo de morir, admita el oficio de tal curador mío y lo desempeñe como ha desempeñado y servido el de tutor, procurando mi felicidad y mayores aumentos; en cuya consecuencia A V. S. suplico que habiéndome por presentado con el testimonio de la partida de mi bautismo, que califica mi completa pubertad, se sirva admitir el nombramiento de curador que hago en el expresado Alférez Mayor Don Carlos Palacios, y mandar que precedida su aceptación y juramento y revalidándose las fianzas que tiene prestadas, se le despache el correspondiente discernimiento con las demás declaratorias que convengan y sean de justicia, que pido con el juramento necesario.
DR. FRANCISCO ESPEJO
SIMÓN BOLÍVAR Y PALACIOS
Al margen: Con papel, 18 reales rúbrica del Dr. Espejo
* Del original, que forma parte de un legajo rotulado "Nº 5 / Año de 1797 / Expediente sobre el nombramiento de Curador que ha hecho Don Simón Bolívar en Don Carlos Palacios / B-Nº 16 / 1797". Dicho legajo pertenece a la documentación donada a la Academia Nacional de la Historia por los descendientes de los Dres. Carlos A. Villanueva y Laureano Villanueva (Segunda Serie). La Comisión Editora agradece especialmente al Dr. Blas Bruni Celli, quien ha catalogado esta documentación, las facilidades que ha brindado para su examen. Las firmas de Bolívar y del Dr. Francisco Espejo son autógrafas. El encabezamiento y el texto, así como la anotación marginal, son de puño y letra del Dr. Espejo. Este letrado y prócer civil venezolano, nacido en Santa Lucía (en el actual Estado Miranda) en 1758, fue durante la Primera República miembro del Poder Ejecutivo Plural y de la Alta Corte de Justicia. Fue muerto en 1814 en Valencia, a la entrada de las tropas de Boves. El destinatario del documento era el Gobernador y Capitán General Pedro Carbonell, militar español natural de Málaga, quien ocupó esas funciones en Venezuela desde 1792 hasta su muerte, acaecida en 1799. Aun cuando el documento carece de lugar y de fecha, se desprende inequívocamente de su contexto que fue suscrito en Caracas el 24 de julio de 1797.
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