Carúpano, 15 de Junio de 1816. 6°
General Arismendi.
El Teniente Coronel Ignacio Arismendi [1] destinado por V.E. cerca de mí, me entregó los dos oficios de V.E. fechas de 7 y 10 del corriente, con los papeles que los acompañaban, de cuyos contenidos quedo en cuenta.
En mi anterior expresé a V.E. que la escasez de víveres aquí es casi igual a la que experimenta esa Isla [2], no tanto porque el país no los tenga, cuanto porque absolutamente no hay hombres que salgan a buscarlos. Los vecinos todos huyeron a los montes o con los españoles, y los pocos que se han presentado están empleados incesantemente en recibir la instrucción militar y en trabajos que son indispensables para fortalecer esta ciudad y ponerla a cubierto de cualquier ataque que intente el enemigo. Sin embargo, con perjuicio de estos dos objetos, he destinado por todas partes, multitud de comisionados que no pueden hacer nada, porque sería necesario que fuese escoltado cada uno con una compañía. Tal es el estado en que nos tienen las guerrillas que se han formado de los mismos refugiados a los bosques. Las tropas que tengo apenas son bastantes para cubrir los puestos que ocupo, y cuando destino fuera alguna partida, me veo en la necesidad de nacerla venir [3] volando, porque el enemigo no deja de amenazarnos por Cariaco. El único medio que yo encuentro de poder tomar víveres para mandar a V.E., es que vengan de esa Isla 40 o 50 hombres sin otro objeto que recorrer este país, y recoger los víveres que se hallen; estos mismos podrían luego servir para tripular los buques que deben llevar lo que se recoja.
Por parte del General Mariño [4] desde Yaguaraparo, sé que los enemigos evacuaron positivamente a Güiria y se retiraron hacia Cariaco. El seguía para aquella ciudad, y me ofrece que dentro de muy poco volverá con 600 u 800 hombres. Lo aguardo con ansia para empezar mis operaciones.
El 13 por la tarde una partida enemiga se adelantó hasta San José, donde sostuvo un tiroteo con otra nuestra, que siendo muy inferior, se retiró. Ayer por la mañana marchó el Comandante Alcántara [5] sobre aquel pueblo, que ocupó sin resistencia, porque el enemigo se había retirado a una posición ventajosa en sus inmediaciones. Aunque Alcántara trató de reconocerlo bien de cerca sólo pudo descubrir por algunos indicios que serían [6] 100 hombres. Nada más han intentado hasta ahora.
Incluyo a V.E. el Boletín número 4° [7] y algunos ejemplares de la proclama publicada por V.E. [8]; y además, 11 despachos en blanco, advirtiéndole que inmediatamente que V.E. los llene me enviará una nota de los oficiales que han ascendido, del [9] grado que obtenían, y el que se les ha concedido, para tomar razón en la Secretaría. La [10] flechera que destinó V.E. a Güiria, siguió ayer a cumplir su comisión que me ha parecido muy importante.
[SIMÓN BOLÍVAR]
P.D. Es imposible remitir a V.E. ningunos géneros [11]; no existe nada en el almacén, ni en otra parte: todo fue pillado y destruido. Ni aun los hombres que traje se han podido vestir con lo poco que se tomó por el Estado.
Dios, &.
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 23, fols. 31-32. Para las debidas referencias al libro copiador, véase la nota principal al documento número 1551.