Boletín del Ejército del Norte, Libertador de Venezuela. Número 5.
La vanguardia que marchó de esta capital en persecución de Tízcar, que ignominiosamente ha huido hacia Nutrias sin presentar acción, ha llegado el 13 del corriente a aquella ciudad a protegerla contra los asesinatos que estaban para ejecutar los españoles en el Juez y otros buenos ciudadanos que se habían distinguido por su patriotismo y virtudes políticas.
Apenas supieron las tropas americanas que aquellos verdugos conducían a Guayana, que las nuestras se aproximaban, cuando formadas para marchar [1]] se sublevaron contra Nieto y los otros oficiales europeos; les quitaron las armas, pertrechos y cuanto la noche antes habían robado aquellos bandidos en la ciudad de Nutrias, que saquearon horrorosamente. Así han caído en nuestro poder todas las armas y municiones que los tiranos tenían para oprimir esta Provincia y para esclavizar la Nueva Granada, las unas en Niquitao, y las otras aquí; y aunque restan las de Yáñez, contamos con ellas, porque éste anda errante huyendo de nosotros, y sus tropas se le dispersarán infaliblemente, o se rebelarán como las de Tízcar, pues los soldados americanos conocen ya demasiado bien la estupidez e injusticia de seguir el partido de sus opresores.
Cuartel General de Barinas, julio 15 de 1813. — 3° y 1° Por el Mayor General del ejército Rafael Urdaneta,
Pedro Briceño Méndez Secretario.
* Archivo del Libertador, correspondencia oficial, folio 209. Del original, escrito enteramente de puño y letra del amanuense de la secretaría Jacinto Martel, salvo la antefirma, firma y rúbrica que son autógrafas de Pedro Briceño Méndez.
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