Excmo. señor Comisionado del Gobierno general, ciudadano Juan Marimón.
Tengo el honor de contestar los dos oficios de V.E. del 22 del corriente, que he considerado muy atentamente, como lo requiere la naturaleza de su importancia. Permítame V. E. presentarle mis observaciones del modo que las he hecho.
La situación de esta Provincia puesta en anarquía, amenazada por las tropas de Santa Marta que ya deben haber efectuado un desembarco, según noticias; la obstinación de esa capital en combatir contra mi ejército; la invasión de los enemigos por Casanare; y la llegada de esos cinco o seis mil españoles a Venezuela [1], nos obliga a decidir la cuestión, si podemos o no, salvar la República empleando todos los medios que dependen de nuestras facultades. Si queremos y podemos defender la Patria ¿por qué no abandonamos vanas cuestiones, que nos deshonran tanto como nos perjudican? Unámonos de buena fe, reconciliémonos [2], y así será fácil lograr la empresa de nuestra libertad. Yo ofrezco ir a Santa Marta con sólo el ejército de mi mando, con tal que pueda disponer, bajo los auspicios del Gobierno de Cartagena, de los bagajes, de los transportes indispensables para pasar a la ribera enemiga, y de las armas y municiones que hay en la línea, que antes de ahora se me han ofrecido, como los únicos auxilios que podían prestárseme. El Gobernador Amador [3] hizo esta oferta a mi secretario Revenga [4]. Yo no creo que el interés de la Patria haya variado; por consiguiente, no temo que se nos nieguen estos miserables [5] socorros. Se me dirá que ¿por qué antes no fui a Santa Marta con los mismos elementos que ahora pretendo hacerlo? Responderé, que nuestra situación se ha empeorado, y por consiguiente sólo debemos atender a los resultados y no a los medios, pues en los casos extremos los esfuerzos son también extremos.
Si se pretende defender lo interior con estas tropas de mi mando, yo estoy pronto a ejecutarlo con el mayor placer; si se me dan bagajes y transportes, emprendo mi retirada mañana mismo; pero yo no puedo consentir en desmembrar el ejército, que el Gobierno me ha confiado, a menos que una urgente necesidad, u orden expresa del Gobierno así me lo ordene. Recuerdo a V.E., que yo no soy indigno de la confianza de este mismo Gobierno, a quien por dos veces he servido en épocas muy críticas; que jamás he decaído de su confianza; y que si V.E. quiere tener una entrevista conmigo, le mostraré documentos muy recientes que prueban la esperanza que el Gobierno tiene en mí y en las tropas de mi mando.
Si no se puede o no se quiere que la Nueva Granada sea libre ¿por qué no nos entendemos, para que los individuos que prefieren la libertad a todo vayan a países libres a morir libres? Yo soy uno de éstos; si no se me concede marchar contra Santa Marta o retirarme con honor, y en buen orden con mi ejército al interior, yo y mis amigos nos embarcaremos; y con esto libraremos además a nuestros compañeros del odio que se nos profesa, padeciendo ellos inocentes los efectos de esta desgracia.
Esta es en sustancia, Excmo. Señor, mi última resolución; es la misma que tuve antes y quise consultar con V.E. verbalmente. Si V. E. no quiere oírme, permítame a lo menos que le envíe a mi secretario Revenga, que le explicará estas ideas y sentimientos con más claridad y extensión; y acordará con V.E. y ese Gobernador el modo y medios de ejecutar cualquiera de estos tres proyectos que presento. Suplico a V.E se interese en que nuestras calamidades no continúen, por una obstinación, que puede arrastrarnos a cometer actos tan terribles como abominables. Todavía es tiempo de que la República se salve; pero si se quiere desesperar a mi ejército, yo [6] aseguro a V.E. que ésta sucumbe. Yo espero que V.E., animado del amor a su país, no permita que los males lleguen a su colmo, y que nuestras manchas sean indelebles. Si con mi sangre pueden lavarse, aquí está mi sangre ¡nunca se habría vertido mejor!
Dios, etc.
Cuartel General de la Popa, abril 24 de 1815.—5°.
SIMÓN BOLÍVAR
Es copia.
B[riceño] Méndez, Secretario
* De copia de época coetánea. En el Archivo del Libertador, Vol. 22, folios 185 v°-186 se conservan dos fojas con copias escritas de puño y letra de Pedro Briceño Méndez, autenticadas, además, con su firma y rúbrica al pie de los documentos. El primero es el oficio de Juan Marimón dirigido a Bolívar, fechado en Cartagena el 22 de abril de 1815, encabezado con el rubro "Copia de oficio del Sr. Marimón". El segundo que es el que se inserta, tiene el rubro de "Contestación del Capitán General", y consta en el folio 185 v° 86.
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