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DOCUMENTO 937 COMUNICACIÓN DE BOLÍVAR AL PRESIDENTE DE LAS PROVINCIAS UNIDAS DE LA NUEVA GRANADA, FECHADA EN TUNJA EL 29 DE NOVIEMBRE DE 1814 EN LA QUE RATIFICA LOS ARGUMENTOS EN PROTESTA POR LA EJECUCIÓN DE LOS PRISIONEROS ESPAÑOLES*

Excmo. señor Presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.

Excmo. señor:

El lamentable e inesperado suceso que ha tenido lugar con los po­cos españoles que han sido pasados por las armas tan imprudente y escandalosamente por el oficial encargado de aprehenderlos, hace variar en todo la escena de nuestros negocios con respecto a Santafé [1] y aun con respecto a nuestras propias Provincias.

Los españoles van a tomar este hecho particular por una medida general, y por consiguiente van a tomar todos los partidos deses­perados que les dicte su justo despecho. Ninguna promesa, protesta o capitulación será digna de crédito, para unos hombres que han visto cometer el asesinato más violento e ilegal con sus compatrio­tas que seguían nuestro sistema. Así nada tienen que esperar de nosotros: ninguna vía les queda para evadirse y escapar de una muerte más o menos cercana, según el concepto que deben formar por las apariencias. Una terrible desesperación les hará ver su sa­lud en su defensa; y para conseguirla, pondrán en juego todos los resortes de su malignidad, poder y energía, de modo que según pa­rece probable, la toma de Santafé por la fuerza debe costamos un inmenso sacrificio, porque nuestros enemigos van a emplear su fortuna en sostener su partido, y su partido lo van a aumentar con imposturas groseras, suponiéndonos verdugos de todos los hombres, sexos y condiciones. Con su actividad ellos reunirán millares de hombres que se opondrán a nuestras operaciones, y de este choque resultará el odio, la crueldad, y quizá una guerra eterna entre Cundinamarca [2] y nuestro Gobierno.

Por otra parte, los enemigos están en las fronteras: los españo­les diseminados en todas las Provincias y casi preponderando en Cartagena: debemos deshacernos de ellos, y no es el momento; pe­ro sí es el momento en que ellos necesariamente van a poner en ejecución todos sus proyectos, o a pasarse a los enemigos a insti­garlos contra nosotros. En esta situación nuestras medidas han de ser de tal naturaleza que participen a la vez de una profunda me­ditación y de una extrema celeridad; de una fina política y de una sabia severidad; y en fin, de un acierto difícil de obtener en un estado el más crítico que puede presentarse a un Gobierno. Yo no me atreveré a indicar a V.E. ninguna disposición que me parezca oportuna, pues a la verdad todas presentan mil escollos, pero hay una tan urgente que es de mi deber instar por su ejecución; y es la de engrosar nuestras fuerzas con todos los hombres, armas y ca­ballos que existan en el país, hasta completar el número de cuatro mil combatientes, que será el menor que nos presentará el enemigo; además, nuestro parque es insuficiente para la más pequeña campaña; debemos aumentarlo muy considerablemente; si no, es­tamos expuestos a un revés que produzca nuestra total ruina.

Suplico a V. E. se sirva mirar con indulgencia estas observaciones y atender aquellas que merezcan su alta aprobación.

Dios guarde a V.E. muchos años.

Cuartel General de Tunja, 29 de noviembre de 1814.

Excmo. Señor.

SIMÓN BOLÍVAR

[Al margen:] Tunja, noviembre 29 de 1814. Contéstese por Secretaría, que para evitar la variación que se indica, se ha dispuesto la publicación del oficio del Gobierno y de su respuesta sobre el suceso de que se hace mérito; y además se ocupa el mismo Gobierno de la medida general que con res­pecto a los españoles sea más conforme a las circunstancias y pueda contri­buir al mismo efecto. Y por lo demás, que la reserva con que se ha dispuesto la medida en donde no hay almacenes ni cuarteles, ha impedido reunir los elementos tan abundantemente, pero que el Gobierno se desvela en el mayor aumento posible que irá teniendo lugar sucesivamente con las gentes que vendrán del Socorro [3], en número de doscientos hombres por lo menos y las que el Gobernador de Tunja ha expuesto poderse reunir hasta quinientos de infantería y otros tantos de caballería; en cuya inteligencia, y siendo ya inevitable comenzar las operaciones, el Gobierno confía que el General su­plirá con su actividad y talentos la escasez de medios, dando las disposiciones convenientes, y si creyere que otra cosa lo sea, proponiéndola para su reso­lución. [— Tres rúbricas]. Valenzuela, Secretario.

* Archivo del Libertador, vol. 21, fol. 290-291. Firma y rúbrica de Bolívar autógrafas. El resto, escrito de letra no identificada. En el mismo Archivo, vol. 22, fol. 224 v°-225, existe una transcripción idéntica del do­cumento en el Libro Copiador, escrito de letra de un escribiente del Estado Mayor de Bolívar. La nota marginal es de letra no identificada, pero la firma y las rúbricas son autógrafas.

Notas

[1] Santafé (o Santa Fe) de Bogotá, la antigua sede del Virreinato, hoy capital de la República de Colombia. Era, entonces, cabeza de la Provincia de Cundinamarca, que no se había incorporado a la confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.

[2] Cundinamarca. La Provincia de este nombre, capital Santafé de Bo­gotá.

[3] El Socorro. La antigua Provincia de ese nombre, que es hoy parte del Departamento de Santander (Colombia).

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