Excmo. señor Gobernador de Cartagena.
Cuando esperaba que serían terminadas en Sambrano [1] todas nuestras diferencias, en la entrevista con el General Castillo [2] que V.E. me propuso por medio de mi Secretario Revenga [3], me encontré con un oficio de V.E. excusándola a pretextos que mi Secretario había procurado hacer servir y contribuir al objeto de nuestra conferencia; y en efecto, el señor Marimón [4] habría tenido parte en ella, y habría sido un órgano irrecusable de las intenciones del Gobierno general, y si puedo decirlo a V.E., de las mismas mías.
En el mismo día tuve ocasión de hablar al señor Torices [5], el cual me informó de las probables opiniones del Gobierno de Cartagena, del estado de la línea en el Magdalena, y de los inútiles esfuerzos que se habían hecho para alarmar los pueblos contra mí.
En tales circunstancias, ¿qué debía yo hacer? Yo habría merecido el desprecio y el odio del Gobierno general, si testigo indiferente de las operaciones del de Cartagena, no hubiese hecho respetar su Suprema autoridad, y no me pusiese en estado de defender esta misma provincia que V.E. abandona.
Este es mi deber; esta la espontánea opinión del señor Torices, y la de todo buen patriota, señor Gobernador. He determinado, pues, ocupar la línea.
Para que mis operaciones no puedan ser jamás interpretadas por V.E., ni por otro ninguno, he creído conveniente comisionar, y va efectivamente comisionado por mi orden mi Secretario Revenga, que antes ha tenido el honor de tratar con V.E. bajo el mismo carácter. Las instrucciones para esta nueva comisión son las mismas que en la anterior; y por adición, sólo deberá explicar los males que V.E. causa al ejército de la Unión y a la patria; y la absoluta necesidad que me hace observar esta conducta.
Los elogios que en una carta particular me hace V.E. de las cualidades de mi comisionado, espero que puedan servir a hacer a V.E. más recomendables sus comunicaciones. Si a pesar del ningún fruto que él obtuvo anteriormente, vuelvo a enviarlo ahora, es porque estoy convencido de su idoneidad, y porque no he desesperado de que V.E. puede ser justo. Tengo el honor de renovar a V.E. los testimonios de mi consideración y respeto.
Dios guarde a V.E. muchos años.
Cuartel General del Yucal, marzo 18 de 1815.-5°.
SIMÓN BOLÍVAR
Es copia. B[riceño] Méndez Secretario.
* De una copia de época coetánea. En el Archivo del Libertador, volumen 22, folios 129 y 130 se conservan dos fojas de copias de los documentos relativos a la "Segunda misión del ciudadano Revenga". Escritos de letra de un amanuense y autenticada al pie con firma y rúbrica autógrafas de Pedro Briceño Méndez. En el folio 129-v° consta el documento transcrito. O’Leary, “Memorias”, XIV, p. 149, dice haber tomado el documento del original, que no ha podido ser examinado por la Comisión Editora.
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