Aux Cayes, le 11 février 1816. R. Sutherland, Esquire. Port au Prince.
Mon cher Monsieur:
Par suite des prétentions de Mr. Aury 1 nous nous trouvons dans une situación un peu embarrassante par rapport aux bátiments qui doivent nous transporter a la Core Ferme. Pour le moment nous n’avons que trois ou quatre bátiments de guerre qui ne sont pas suffisants pour transporter nos armes, nos équipages et nos troupes; en conséquence, je vous prie de vouloir bien fréter ou acheter d’une maniere convenable la goélette du capitaine Rosales 2 et toute autre que vous croirez propre pour cet effet. Je vous avertis d’avance que nous n’avons pas ici les moyens de payer l’acquisition des dits bátiments ou leur frét; mais je m’engage, sur ma parole d’honneur, á remplir le contrat que vous ferez dans le premier port oü nous débarquerons. Ceci est une déterminauon sur laquelle vous pouvez compter.
J’espere, mon cher Monsieur, que vous ferez tout ce qui sera en votre pouvoir pour que cette expédition ne manque pas faute de bátiments; car tout nous annonce beaucoup de prospérité si nous parvenons á mettre les pieds sur la Cote Ferme, muñís des armes et des munitions que nous avons.
Je vous prie d’annoncer á Mr. le Président3 et á Mr. Ingeniac [sic] 4 l’embarras oü je me trouve á fin qu’ils vous aident á me tirer d’affaire. Je vous prie aussi de leur présenter mes hommages et de leur diré que j’ai reçu leurs réponses par le porteur.
Recevez, mon cher Monsieur, l’assurance de mon estime et de ma plus vive reconnaissance.
BOLÍVAR.
TRADUCCIÓN
Los Cayos, 11 de febrero de 1816.
Señor R. Sutherland Puerto Príncipe.
Mi querido señor:
A consecuencia de las pretensiones de Mr. Aury [1], nos encontramos en una situación un poco difícil respecto de las embarcaciones que deben conducirnos a Tierra Firme. Por el momento sólo tenemos tres o cuatro buques de guerra que no son suficientes para transportar nuestras armas, equipos’ y tropas; por consiguiente, le ruego se sirva fletar o comprar en forma conveniente la goleta del capitán Rosales [2] y cualquier otra que V. crea propia para este objeto. Le prevengo que no tenemos aquí con qué pagar la adquisición de dichas embarcaciones o su flete; pero me comprometo, bajo mi palabra de honor, a cumplir el contrato que V. celebre, en el primer puerto en que desembarquemos. Es esta una determinación con la cual puede V. contar.
Espero, estimado señor, que V. hará cuanto pueda para que esta expedición no se malogre por falta de buques, pues todo nos anuncia un éxito completo si llegamos a sentar el pie en Tierra Firme, provistos como estamos de armas y municiones.
Le suplico informar al señor Presidente [3] y al señor Ingeniac [sic] [4] de las dificultades en que me hallo, para que le ayuden a V. a sacarme de apuros. Le ruego asimismo que les presente mis respetos y les diga que recibí sus respuestas con el portador.
Reciba, estimado señor, la seguridad de mi aprecio y de mi más viva gratitud.
BOLÍVAR.
* De un facsímil del original. El Banco de la República de Bogotá publicó en 1956 el volumen “Cartas del Libertador” con la reproducción en facsímil de una colección de documentos autógrafos. El N° 1 del referido volumen es el documento que se transcribe, cuya firma y rúbrica son autógrafas del Libertador. El cuerpo de la carta es de letra no identificada. De la misma mano es la dirección que consta en el sobrecartado: "R. Sutherland. Esq.r / Port au Prince". La traducción castellana que adopta la Comisión es la de la Fundación John Boulton, en el tomo XII de “Cartas del Libertador”, pp. 33-34. Acerca del destinatario, el comerciante británico Robert Sutherland, consúltese la obra de Paul Yerna, titulada Robert Sutherland. Un amigo de Bolívar en Haití (Caracas, 1966). Sutherland se había establecido hacia 1804-1805 en Haití, donde desempeñó funciones oficiosas de agente comercial de su nación ante el nuevo gobierno haitiano, de Dessalines primero y luego, de Petión. Tuvo una estrecha amistad con este último, de quien fue consejero, lo cual le dio cierta influencia en los medios políticos haitianos. Fue gran amigo del Libertador, a quien alojó en su casa de Puerto Príncipe, a la vez que le proporcionaba fondos, buques y material de guerra para las dos expediciones que Bolívar organizó desde aquella isla. Robert Sutherland (quien no debe ser confundido con su hijo y homónimo, más tarde Cónsul británico en Maracaibo) falleció en Puerto Príncipe en marzo de 1819.