Al Gobernador de Barinas.
Arrojar para siempre de los Estados de Venezuela a los bárbaros tiranos que aún pretenden dominarla, y establecer la República sobre cimientos sólidos y duraderos, vea V. S. cuales son los únicos cuidados que ocupan al General en Jefe, el objeto de su misión y el término de sus más fervorosos deseos. Pero siendo indudable que para obtener tan importantes fines es de una forzosa necesidad reconcentrar la autoridad suprema; dar toda la energía y rapidez posible a las operaciones del Gobierno, y suprimir en fin cuantas formas lentas y enredadas hacen entorpecer o retardar sus movimientos, vea también V.S. por qué el General en Jefe, cediendo al imperio de las actuales circunstancias, y no apartando de su vista el triste pero instructivo desengaño que ofrece Venezuela al remontar al origen de sus pasados infortunios, ha creído poder aceptar temporalmente la especie de administración pública de que ya se le ha dado a V.S. conocimiento. Los adjuntos ejemplares de la contestación oficial del ciudadano Francisco Javier Ustáriz [1] , presentarán a V.S. un proyecto del Gobierno provisorio. Por él verá V.S. la parte que a cada Provincia corresponde en la elección del cuerpo para nombrar la diputación que debe pasar al Congreso de Nueva Granada, a tratar de la unión que tanto nos interesa.
Ni en este acto, como V.S. ve, ni en otro alguno semejante, permitiría el Jefe Supremo de Venezuela que uno solo de sus Estados quedase privado de la parte y representación que le toca, y cada uno de ellos deberá remitir sus diputados a la Asamblea de notables que ha dispuesto se celebre luego que llegue el suspirado instante de la pacificación entera de Venezuela. Entonces el General en Jefe, terminada su misión y contento con la gloria de haber dado la libertad a su patria, consignará la autoridad suprema en manos de la persona que elija la misma Asamblea, y entonces también, si no estuviese aún sancionada la unión con la Nueva Granada, se ocupará ella en discutir y llevar a efecto este grande e importante objeto.
De orden del Jefe Supremo lo comunico a V.S. para su inteligencia y en contestación al oficio de 23 de agosto último.
Dios guarde, etc . Puerto Cabello, setiembre 15 de 1813.
RAFAEL D. MERIDA.
* De un impreso moderno. O’Leary, Memorias, correspondencia oficial, p. 363, da el texto de este documento que dice haber tomado "del Copiador de la Secretaría". La Comisión Editora no ha podido examinar el original. El destinatario era el prócer barinés Manuel Antonio Pulido. Véase la nota 1 del doc. N° 255, en la correspondencia oficial de esta colección.
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