Sañaica, 6 de octubre de 1824.
Al señor Mariscal de Campo P. A. Olañeta, Jefe Supremo del Alto Perú.
Señor General:
Por diferentes direcciones y en diferentes épocas he tenido la honra de dirigirme a V.S. Nuestros enemigos comunes han ligado de un modo indisoluble nuestros lazos de amistad y nuestros intereses más bien entendidos. La causa que V.S. defiende es en todo idéntica a la nuestra. Nosotros no queremos más opresores en el Perú ni V.S. tampoco. Nosotros combatimos el ejército del Virrey, y V.S. lo mismo. Nosotros somos americanos de nacimiento y de corazón, V.S. está arraigado en el país por elección y por las relaciones de parentesco que son las más amadas. Así todos somos unos de una parte y todos son enemigos de la otra.
Estas y otras muchas consideraciones me han persuadido íntimamente de que V.S. y su bravo ejército son nuestros mejores amigos. Por tanto, yo cuento con V.S. como con cualquiera de nuestros generales: V.S., pues, deberá hacer otro tanto con respecto a nosotros. Yo ofrezco a V.S. cordialmente la amistad de Colombia y del Perú. Deseo por otra parte, entrar en relaciones frecuentes y amistosas con V.S. y los jefes de ese ejército para lograr por este medio entablar un tratado que garantice para siempre la suerte de los bravos del ejército de V.S. y al mismo tiempo nos proporcione nuestras combinaciones militares.
El señor general Sucre, general en jefe del Ejército Unido, está especialmente autorizado por mí, para entrar en relaciones con V.S. y concluir un tratado de alianza ofensiva y defensiva entre ambos ejércitos. Además, el señor general Sucre tiene facultades amplias para conceder a V.S., a mi nombre aquellas ventajas que V.S. juzgue convenientes a sus propios intereses y a los de los [1] súbditos que le obedecen.
Tengo el honor de ofrecer a V.S. mi distinguida consideración.
[SIMÓN BOLÍVAR]
Al señor Mariscal de Campo, P. A. Olañeta, jefe supremo del Alto Perú.
* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, Sección O’Leary, Tomo 37, folio 183 recto y Vto. También se halla este documento en: Memorias del General 0’Leary, Tomo XXII, p. 507.