Guayaquil, 4 de agosto de 1829. A la Señora María Antonia Bolívar.
Querida Antonia: He recibido tu carta de 29 de mayo diciéndome todo lo que has hecho y piensas hacer en mi obsequio, como mandar al señor Madrid [1]] los títulos, dar las letras y documentos que tenías a Álamo [2]], y hacer a mi favor cuanto te sea posible aunque no tengas poderes míos. Yo te doy las gracias por tus finezas; pero puedes evitarte la pena de dar pasos especialmente en asuntos de papeles, pues de ordinario las mujeres no sirven para esto; y tú [3]] lo has acreditado más, a pesar de tus buenos deseos, enredando [4]] el pleito, las letras, y cometiendo desaciertos como el de mandar a Londres los papeles de la contrata de arrendamiento de las minas con el nombre de títulos, todo lo que ha provenido de no entenderlo y sólo sirve para echarlo a perder todo. Por esta razón, he trasmitido mi poder a otros, que lo entienden mejor que tú. Déjalos, pues, obrar y no te metas en nada, especialmente en cosa de papeles y de ello te quedaré muy agradecido.
Los asuntos públicos siguen bien, y sólo aguardo los ministros del Perú para negociar la paz [5]] y acabar de asegurar todo esto.
Expresiones a mis sobrinos; y soy tu hermano que te ama de corazón.
BOLÍVAR.
* Archivo del Libertador, vol. 48, folios 181-182. Original. Escrito de puño y letra de Jacinto Martel, incluso el sobrecartado: "Particular. A la Sra. María Antonia Bolívar. Caracas. Del Libertador". La firma es autógrafa de Bolívar. Escribe desde Guayaquil, a su hermana María Antonia agradeciéndole su preocupación por el envío de los documentos a Londres así como por las letras del Dr. José Ángel Álamo (véanse: docs. Nos. 309, 313, 316, 321 y 323), pero le ruega que no intervenga, pues ha dado ya sus poderes a otras personas. (Véanse: docs. Nos. 327, 328 y 330.)