Bogotá, 8 de septiembre de1828.
(A LA SEÑORA MARÍA ANTONIA BOLÍVAR).
Mi querida Antonia:
Por el correo pasado te he escrito muy extensamente sobre el negocio de las minas, y sobre todo lo que debes hacer para remitir a Inglaterra los documentos que exigen esos señores, a fin de que no haya entorpecimiento en la entrega del dinero. Para que no haya dificultades te remito el duplicado de mi última carta y también copia de la contrata celebrada por Madrid y copia de la carta de éste. Desde luego, tu primer paso debe ser terminar con la familia del vizcaíno el litis o la transacción que teníamos pendiente, pagándole los tres mil pesos en que hablamos convenido, pues sin este paso todo será nulo, porque los ingleses, como sabes, son muy escrupulosos. Después de terminado este asunto pondrás los documentos de propiedad en el mejor orden, sin olvidar el documento por el cual conste la ley que me autoriza para vender este mayorazgo. La documentación debe ir certificada por el cónsul inglés, como lo verás en la contrata, y tú procurarás llenar por tu parte las condiciones que me impone ésta, sin olvidar los demás requisitos que te he indicado. Tampoco debes olvidar el documento que debes pedir a Diego con respecto a la viuda de Antolaguirre. En una palabra, las minas deben quedar ubres, libres de todo cargo y los documentos deben ir al señor Madrid en el mejor orden, certificados por el Cónsul y claros como ei dia, pues bien puedes considerar que me perjudicará mucho cualquier dilación o dificultad. Al general Briceño le he escrito para que ayude en todo, pues es intendente, nuestro pariente y amigo, y muy interesado en lo mio. Velo y consúltalo. Por acá marchan muy bien las cosas.
Soy tu afino, hermano.
BOLÍVAR.
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