Bogotá, 28 de agosto de 1828.
AL SEÑOR J. R. ARBOLEDA.
Mi querido amigo:
Me ha sido muy agradable recibir la apreciable carta de Vd. del 13 del corriente, que he leído con infinito gusto y agradezco por la bondad de sus sentimientos. Vd. siempre igual, siempre noble en su carácter, me habla de un modo que me hace ver que aun no quiere Vd. tratarme con la franqueza que le pido. Vd. conserva todavía cumplimientos que no vienen bien entre nosotros. Yo le ruego que los abandone.
Mando a Vd. un ejemplar del decreto y proclama que se ha publicado hoy y que ha sido muy bien recibido en esta capital.
Siendo este un acto de tanta importancia y que funda, por decirlo asi, un nuevo régimen aunque provisorio, deseo no sólo saber si merece la voluntad nacional, sino conocer la opinión de Vd. con respecto a él. Yo he procurado conciliar los intereses de todos y he hablado de la convención, siempre que el pueblo no decida otra cosa. En fin, mi querido amigo, yo espero que Vd. me dirá no sólo su parecer sino también el de nuestros amigos de Popayán.
Ruego a Vd. presente mis respetos y esta carta al señor José María Mosquera, de quien soy. así como de Vd., amigo de corazón.
BOLÍVAR.