Bogotá, 7 de julio de 1828.
(AL SEÑOR GENERAL MARIANO MONTILLA).
Hemos tenido ayer la muy plausible noticia de Bolivia que me ha participado por extraordinario el general Flores y que, sin duda, le dirá por menor el general Urdaneta. Cada día nos proporciona nuevas pruebas de la mala fe e imbecilidad de la pérfida facción que arrastra el Perú a su perdición. Gamarra emprenderá seguramente una vergonzosa retirada, que tendrá el mismo resultado que la famosa expedición de Santa Cruz en el año de 23; y quizás antes de ahora ha habido una reacción popular contra el gobierno de La Mar: dos se habían descubierto con muy corto lapso de tiempo dirigidas por amigos míos, pero tan infructuosamente, que no han podido descubrir siquiera uno de lo; cómplices.
La proclama que dio el general Flores hace algún tiempo anunciando mi ida al Sur, alarmó sobre manera a los peruanos, y a la vez que los partidos se incrementaron, hace tres meses que están preparados pan una guerra con Colombia que creen inevitable. El general Flores escribe lleno de las mejores esperanzas y yo mismo estoy persuadido de feliz desenlace de este drama.
BOLÍVAR.
P. D.—Por acá marcha todo muy bien: nadie da que hacer. Pensamos como agarraremos a Santander comprometido con Padilla, que está asegurado.
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