.
Portada del sitio > 34) Período (02ENE AL 26DIC 1828) O.C.B. > DOCUMENTO 1696. DE UNA COPIA, O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR A (...)

DOCUMENTO 1696. DE UNA COPIA, O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR A J. RAFAEL ARBOLEDA, FECHADA EN BUCARAMANGA EL 30 DE JUNIO DE 1828, AGRADECIENDO SUS ESFUERZOS Y SERVICIOS; EXPONE LAS DIATRIBAS QUE HA GENERADO EL PROYECTO DE CONSTITUCIÓN.

Bucaramanga, 30 de junio de 1828.

AL SEÑOR J. RAFAEL ARBOLEDA.

Mi estimado amigo:

Recibí ayer la muy apreciable carta de Vd. de 6 de mayo, que me ha llenado de la mayor satisfacción por todo lo que Vd. me dice en ella con respecto del buen espíritu que anima a ese importante departamento, de lo que tengo que dar a Vd. las gracias por la parte que ha tenido en el recobro de mi opinión.

Empezaré por sorprenderme de que Vd. me trate todavía con tanto cumplimiento. No, señor! yo, excelente! ¡Por Dios!, no me atormente Vd. más con una etiqueta que me ofende. El título de amigo sólo vale por un himno y por todos los dictados que puede dar la tierra. En cuanto a la excelencia Vd. sabe que no la merezco; me contentara yo con ser justo, por consiguiente, no tengo derecho al superlativo de la excelencia. Tráteme Vd. por fin de Vd. y si fuéramos romanos, el tú valdría más. Este es el tratamiento de la amistad, de la confianza y aun de la ternura.

Me convida Vd. para que restauremos a Colombia y para ello ofrece Vd. sus servicios, que Vd. llama insignificantes. No, amigo, no lo son. O’Leary y yo hemos estado siempre lamentándonos de su falta en la gran convención. El amigo Joaquín lo hace divinamente, y, según pare­ce, es el mejor orador de la asamblea, pero ha perdido algún tiempo por su excesiva circunspección. El señor Rafael Mosquera, que Vd. tanto me alaba, se ha mostrado muy indiferente y algunas veces opuesto a su propio primo. Al fin se han corregido mucho, y ya están bastante decididos, sobre todo Joaquín, que es el encanto de los amigos: su dis­curso sobre la federación dicen que fue incomparable. A pesar de todo, hemos sufrido tantas derrotas que muy pronto, según dicen, se pondrán en fuga los vencidos: no esperan para efectuar su retirada sino hacer el último esfuerzo proponiendo un nuevo proyecto de constitución con ideas más vigorosas que las presentadas por Soto y Azuero. El proyecto de éstos casi anula el ejecutivo y establece un sistema federal moderado. Los amigos, pues, están resueltos a abandonar el campo antes que firmar la ruina de Colombia. Este paso es bien peligroso y me pone en fieros embarazos: todavía no sé lo que haré si llega a tener lugar este escándalo. Además no sé lo que harán los contrarios y, por lo mismo, me reservaré a obrar conforme a las circunstancias, sin indicar desde luego cuales serán mis medidas. Por lo mismo, no me atrevo a aventurar más que una idea, ésta se reduce a que estoy resuelto a no abandonar la patria en peligro. Antes de ahora había indicado a los amigos de la gran convención, que puesto que no teníamos esperanzas de lograr un gobierno adecuado a nuestra nación, debía­mos dividir la república para que cada sección se gobernara conforme a sus deseos o necesidades; pero los amigos se alarmaron y protestaron que no entrarían por ese proyecto, excitándome con el mayor calor a que no les abandonara, ofreciendo hacer todo menos una mala cons­titución; así, pues, están resueltos a aventurarlo todo si fuere preciso; y aquí me tiene Vd. en un compromiso del cual no sé por donde salir; pero yo cuento, desde luego, con todos mis amigos de Colombia en el caso de tener que ocurrir a medios extraordinarios, y entonces, pues, cuento con mi amigo Arboleda y con los amigos del Cauca de quienes espero la más eficaz cooperación. Desde luego, supongo que Vd. se pondrá de acuerdo con el intendente y comandante general para pensar en lo mejor. Yo creo que el caso en cuestión no llegará mucho después del mes de junio y así es posible que veamos esta ocurrencia dentro de quince o veinte días. Para entonces, pues, convido a Vd. a desplegar su juicio y su carácter. ¡Quiera Dios que tan nobles esfuerzos no se pierdan! y mientras tanto reciba Vd. el corazón de quien tiene por Vd. la mayor estimación y el mayor respeto.

Soy de Vd. amigo de corazón.

BOLÍVAR.

P. D.—Yo me voy a Bogotá dentro de cuatro días, y como ya las cosas no dejan esperanzas, debemos obrar. La gran convención debe disolverse pronto y mal, según me escriben de Ocaña, para que la constitución propuesta no se pueda admitir. Los amigos están desesperados y Joaquín es de la partida. Y aun se espera que haga otro tanto el primo.

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0