Trujillo. 21 de marzo de 1824.
Al coronel Don Gregorio Fernández.
S. E. el Libertador acaba de saber que la columna del mando de V. S. está en la más deplorable situación: que los soldados están desnudos, que duermen en el suelo y sin abrigo, y que por esta razón están enfermos, débiles y extenuados. Esta relación que ha hecho el capitán Bueno a S. E. le ha causado un gran sentimiento, porque deseando y esperando que estuvieran en muy buen pie, pues se necesita de ella muy pronto, sabe su miseria.
S. E. cree muy bien que ésta no es culpa de V. S. y juzga que sea de las autoridades civiles de esos lugares que no prestaron los auxilios necesarios. Así S. E. ha determinado que su edecán, el teniente coronel Martínez, pase a ese lugar a informarse de las causas de la triste situación de la columna del mando de V. S., y que V. S. venga inmediatamente a su cuartel general a informarle igualmente de todas las faltas de dicha columna para remediarlas en cuanto fuere posible, y que V. S. deje encargado el mando de ella al señor coronel Plaza.
Dios guarde &.
[JOSÉ D. ESPINAR]
* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, Sección O’Leary, Tomo 36, folios 49 Vto. al 50 recto. También se halla en Memorias del General O’Leary, Tomo XXII, p. 130.