Trujillo, marzo 21 de 1824.
Al señor coronel Ortega.
S. E. el Libertador ha visto con asombro el lenguaje que V. S. emplea para hablar al jefe del estado mayor del ejército del Perú. Es [1] tan imperioso como puede usarlo el Jefe Supremo de una nación hablando al último de sus súbditos de ella. V. S. que no tiene ningún carácter de superioridad ni de mando sobre el jefe del estado mayor del Perú, aparece como un insolente. S. E. hizo romper el oficio y no quiso que se le entregase para que no tomara publicidad un documento que degrada a un súbdito de Colombia.
También ha visto S. E. con el mayor asombro que V. S. se titula Jefe de estado mayor general, como aparece por el recibo que V. S. le ha dado al señor coronel Aldunate. V. S. no es jefe de estado mayor general ni lo ha sido jamás, V. S. es un ayudante general y fuera del cuartel general no tiene otro carácter que el de la comisión a que se le haya destinado. En la milicia usurpar un dictado que no se ha obtenido, es un crimen, y V. S. está en este caso. S. E. está cansado ya de tolerar faltas a V. S. y me manda decirle que será por la última vez que lo hace, teniendo V. S. en lo sucesivo un gran cuidado en el servicio y en su comportación; porque según el método que V. S. ha adoptado, puede terminar en ser fusilado. Todo lo prevengo V. S. de orden expresa de S. E. que ha mandado le diga estas mismas palabras.
Dios guarde &.
[JOSÉ D. ESPINAR]
* De un copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, Sección O’Leary, Tomo 36, folios 49 y Vto. También se halla en Memorias del General O’Leary, Tomo XXII, p. 129.