Soatá, 26 de Marzo de 1828.
AL SEÑOR GENERAL DIEGO IBARRA.
Mi querido Diego:
Ayer estando en Sátiva y en marcha a Barinas he recibido un oficial mandado por Montilla a traerme el parte de que Padilla se habla apoderado del mando de la plaza desde el 1* del presente hasta el 7, en que se fugó porque las tropas y el pueblo le abandonaron, no queriendo seguir sus pérfidos atentados.
El origen de esto ha venido de que Padilla ha sido instigado por mis enemigos a dar este paso tremendo para quitarle el mando a hombres de bien como Ucrós, conocido por su carácter recto, que llegó al extremo de no dar su voto ni a Santander ni a mi, y al señor Montes, que es la mejor criatura del mundo. Mira qué gracias éstas para que no tengas tú infinitó cuidado con semejante canalla. Cuidado, pues, te repito no te dejes hacer lo de Montes ni lo de Lara, porque para los patriotas no hay salud.
No te contesto porque me voy hacia Ocaña y Cartagena a remediar aquellos males; dirígele a Briceño en Ocaña mis cartas por dos correos seguidos y después dirígelas a Cúcuta a Madama English.
Ruégale al general Salom, por Dios, y póntele de rodillas de mi parte para que vaya a Maturín a tomar la intendencia y comandancia general, esto es muy necesario en el día por aquella parte, pues conoces a los orientales y a Marino. Lara va a Maracaibo. De vuelta de Cartagena iré hasta Barinas para remediar parte de los males del Orinoco.
Dile al Marqués que no le contesto su carta porque no tengo tiempo más que para marchar y dar órdenes; dile todo lo que te escribo. Me alegro que el general Páez esté tan amigo de Vds. y haga tan buena elección de personas para mandar; dile lo mismo a los demás amigos a quienes no puedo escribir por la misma causa.
Mil cariños a Merceditas, a tu hija, padre y hermanos. A Carabaño escríbele de mi parte y cuenta con el corazón de quien te ama.
BOLÍVAR.