Bogotá, 6 de Marzo de 1828.
AL SEÑOR JOSÉ FERNANDEZ MADRID.
Mi Querido Madrid:
En esta vía marchan los triplicados de las últimas comunicaciones que le he remitido con respecto a la venta de las minas, y ahora le incluyo a Vd. una carta abierta para esos señores, que Vd. les entregará, pues que trata de los libramientos que he girado contra ellos por el semestre del arrendamiento de las minas desde octubre pasado hasta abril próximo pasado. Yo deseo que Vd. allane con ellos cualesquiera dificultad que se presente, tanto en la cantidad de letras giradas como en el pago que ellos han de hacer, pues Vd. debe considerar que mi honor se halla comprometido en ello.
La gran convención se reúne el 2, como Vd. sabe; todos los diputados están en camino y una gran parte habrán llegado ya a su destino. Tengo la esperanza de que no harán males, aunque no espero bienes. Por mi parte, he procurado inspirar a los diputados amigos y aún enemigos el interés que deben tener por la conservación de Colombia y el horror a la anarquía.
Yo me he visto en la necesidad de suspender mi marcha a Venezuela a causa de las últimas noticias que nos trajo el correo del Sur. En Bolivia acaba de suceder un hecho que Colombia no puede ver con indiferencia. Los ingratos peruanos lograron seducir dos batallones de Colombia, haciéndolos sublevarse contra sus jefes, a pretexto de que se le pagasen sus ajustes, siendo su objeto destruir el gobierno de Bolivia v unirla al Perú; mas un escuadrón que permaneció fiel a sus deberes pabellón, cargó sobre ellos y los ha destruido completamente; un cuerpo de Bolivia que se hallaba en La Paz, donde sucedió esta escena, cooperó a la destrucción de los facciosos, lo que prueba que aquel país no ha cooperado con los malvados. La primera noticia del motín llegó a Lima antes de saberse el resultado, y estos malvados la han celebrado como un triunfo. Estas circunstancias y el resultado que deben tener sucesos de tanta importancia me han determinado a aguardar en esta capital los resultados.
Es cuanto ocurre de nuevo y entre tanto créame suyo de corazón.
BOLÍVAR.
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