Bogotá, 26 de Febrero de 1828.
AL SEÑOR DOCTOR MIGUEL PEÑA, ETC., ETC.
Mi Querido Doctor:
Mucho me he alegrado ciertamente de saber por su apreciable carta que Vd. ha sido nombrado para la convención y que Vd. está resuelto a ir: muy bien hecho, doctor, no tenga Vd. cuidado, allí tenemos muy buenos amigos, y además encontrará Vd. a mi edecán O’Leary, que le informará de todo lo que yo pienso y le presentará entre mis amigos.
Cediendo a las instancias de Vds., y penetrado de la situación en que se halla Venezuela, he determinado irme para allá el 7 del mes que entra que saldré de esta capital; yo llevaré conmigo la autoridad ejecutiva y me reservaré el nombramiento de los magistrados y jefes militares, pues que la constitución no me lo prohíbe. En esta capital quedará una administración general para el despacho de los negocios ordinarios.
Yo iré por el Apure a Guayana, y de allí a Cumaná y Caracas. No tenga Vd.
cuidado, doctor, venga Vd. sin recelo: se lo dice, Su afmo. amigo.
BOLÍVAR.
P. D.—O’Leary entregará a Vd. una carta mía, que no la mando ahora porque quizás no encuentre a Vd. en Valencia o en el tránsito. Ella importa, pues alí están las consultas que Vd. me hace y la resolución de la comunicación pendiente. El dirá lo demás.
"La Ciudadanía", Nº 42, Valencia, 1879.