Bogotá, 22 de Febrero de 1828.
AL SEÑOR GENERAL PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ.
Mi Querido General:
Estoy en el sentimiento de no haber recibido ni una sola carta de Vd. en estos últimos correos, así por ignorar de su salud como por no saber si aun ha salido ya de Caracas para esta capital. Por ahora no tengo que hacer otra cosa que repetirle lo que antes de ahora le he dicho en mis anteriores comunicaciones: que se venga, que se venga.
El 7 del entrante partiré sin falta de aquí; espero tener el guste de encontrarlo en Cúcuta donde Vd. debe buscarme.
Mucho me alegro que Vd. haya sido nombrado a la gran convención, pues yo marcho muy satisfecho, porque veo que la mayor parte de los diputados que van a Ocaña están como Vd., animados de los mejores sentimientos y opinan por la unidad.
En fin, hablaremos más en Cúcuta, y adiós, hasta la vista.
Soy siempre, querido general, de Vd. amigo de corazón.
BOLÍVAR.