Bogotá, 7 de Febrero de 1828.
AL GENERAL SIR ROBERT WILSON.
Mi Querido General y Amigo:
Las bondades de Vd. me oprimen cada día: Vd. es incansable en defender con un celo protector mi pobre causa, que, en verdad, necesita de tan distinguido patrono. El nombre de Vd. le sirve de garante al mío delante de la civilización europea y de la libre Inglaterra. Continúe Vd., mi respetable amigo, haciendo y diciendo por la libertad de América y el crédito de uno de sus soldados; pero temo que los esfuerzos generosos de los ilustres amigos de la América se pierdan en el vasto océano de la anarquía que va inundando el Nuevo Mundo. Todo lo que le dicen a Vd. de estas desgraciadas repúblicas es más que cierto, y todavía más, inevitable. La influencia de la civilización produce una indigestión en nuestros espíritus, que no tienen bastante fuerza para masticar el alimento nutritivo de la libertad. Lo mismo que debiera salvarnos nos hará sucumbir. Las doctrinas más puras y más perfectas son las que envenenan nuestra existencia. La gran convención de Colombia dará testimonios nuevos de esta desgraciada y demasiado cierta opinión: allí el espíritu de partido dictará intereses y no leyes; allí triunfará, en fin, la demagogia de la canalla. Estos son mis más Íntimos temores, y yo lo prevengo a Vd. de ellos para que no se sorprenda de los resultados infaustos que deben seguirse. Mientras tanto, yo no estoy dispuesto a dejarme hundir y sepultar mi gloria entre las ruinas de Colombia. Yo lo he sacrificado todo, y aun sufriría este nuevo suplicio si me lo exigiera la patria; mas no es ella, son mis enemigos los sacríficadores de la libertad y del bien.
Mucha pena me causa afligir el ánimo de Vd. con estas desagradables predicciones; sin embargo, yo no he querido hacer un misterio a Vd. de lo mismo que aquí ya es un escándalo.
Tengo el honor de ofrecer a Vd. mis afectuosos sentimientos de consideración y de respeto.
BOLÍVAR
* A complementary massage to Lord Lansdowne torn off.—K. W. True copy. —Hallowes.
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