Bogotá, 22 de enero de 1828.
AL SEÑOR JOAQUÍN MOSQUERA.
Apreciado Amigo:
He leído con placer la larga carta que Vd. me ha escrito el 6 del corriente; por ella he visto que las elecciones de esa ciudad son las que se han hecho con más acierto que en ninguna otra parte; por lo mismo, yo espero que estos dignos representantes llenarán del modo más honroso los intereses de su patria. Vd. no ignora cuanto he influido con mis amigos para que vayan a la convención los hombres más puros y desinteresados. Aquí ha sucedido muy al contrario, pues que el mayor número de diputados son enemigos míos: ellos no prometen nada bueno a Colombia; todo el mal que hicieren será para ellos mismos, y sus sucesores heredarán su perfidia. Por lo que a mí respecta, ya estoy desengañado de que mis desvelos son nulos y que la recompensa es la ingratitud.
Desde ahora miro la Europa como al mayor asilo del resto de mi vida.
A mis amigos de Popayán muchas memorias, y Vd. no deje de escribirme con frecuencia, como siempre ha acostumbrado.
Soy de Vd. afectísimo amigo.
BOLÍVAR.
* ’’ Biblioteca Popular ’’, Nº 102. Jorge Roa, Bogotá.