Bogotá, 13 de Enero de 1828.
AL SEÑOR DR. JOSÉ FERNÁNDEZ MADRID.
Mi Querido Amigo:
Con ansia aguardamos la correspondencia del paquete para saber de Vd. y de Europa, pero aun no parece: sin embargo, hoy creo que llegará.
Colombia sigue en el mismo estado en que la pinté a Vd. en mi última carta, y aun digo con dolor, que de mal en peor: la miseria por un lado, y los partidos, la ninguna esperanza de mejora junto con la destrucción del terremoto por otro, forman un cuadro a la verdad bien triste. A todo esto agruéguese lo que en el día sucede con respecto a las elecciones para la gran convención en las seis provincias de esta parte de la república que ha elegido diputados, han nombrado no a otros sino a Santander, Soto y Azuero, tan sólo porque se han mostrado enemigos míos en el congreso y en esta última época. Dígame Vd., pues, y cuál puede ser el bien que resulte de una reunión de individuos elegidos por la fuerza de las pasiones y la ingratitud.
Volvamos a nuestros negocios particulares: basta de política y de cosas desagradables. Por lo que veo me persuado ya de que el asunto de las minas no se terminará con esos señores, y que no cumplirán la contrata de arrendamiento que debe seguir, pues que no tiene lugar la venta, y sería muy inicuo que esos señores se negasen a uno y otro: la libranza es a favor del señor Segismundo Leidesdorf por la cantidad de f 604—16—9, y en todo este mes libraré el resto del semestre: tenga Vd. la bondad de interesarse en que esta libranza se pague, si no del valor de la venta, debe ser del producto del arrendamiento.
Su familia para nada me ocupa. Soy siempre su buen amigo.
BOLÍVAR.
La fecha está equivocada en el original; dice 1827 cuando es de 1828.—Pedro Fernández Madrid.
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