Ciudadano Juan Nepomuceno Ribas.
El ciudadano Antonio Fernández de León [1] habiendo representado a S. E. que el progreso de sus males físicos le imposibilitaba continuar en el desempeño de la Dirección General de Rentas Nacionales, S. E. se sirvió admitir su renuncia, por decreto de este día.
Ha considerado detenidamente el General en Jefe los fundamentos en que apoya V.S. su repugnancia a admitir la Dirección General para que le ha nombrado, y hallando que el interés público es más poderoso que las reflexiones de V. S., le obligan a persistir en que acepte la elección hecha de su persona para suceder al ciudadano Antonio León. Aunque V.S. esté unido por los vínculos estrechos de hermano al Comandante General de la Provincia [2], no sospechará el público imparcial que conoce a ambos, que se lleva en esto la mira de poner en las mismas manos los empleos de primera importancia. Lejos de esto, verán que tanto el Comandante General, como V. S., añaden un nuevo sacrificio a los que ya han hecho por su país. La opinión pública, además, está por V.S. desde que en destinos semejantes a éste, ha acreditado su aptitud y actividad.
Bajo este concepto, me manda decir a V. S. pase luego al punto a recibir de su antecesor la Dirección General; pues prevengo a aquél de orden de S. E., haga a V. S. la entrega correspondiente.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Cuartel General de Caracas, 3 de enero de 1814. 4° y 2°.
ANTONIO MUÑOZ TEBAR.
* De un impreso de época coetánea. La “Gazeta de Caracas”, N° XXXI, correspondiente al lunes 10 de enero de 1814, inserta el texto de esta comunicación, cuyo original no ha podido examinar la Comisión Editora. Sobre el destinatario, Juan Nepomuceno Ribas, véase la nota principal del documento N° 64, de la Correspondencia Personal.
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