Bojacá, 26 de diciembre de 1828.
Al señor José Ángel Álamo.
Mi querido amigo:
He recibido la última apreciable de Vd. de 21 de noviembre.
Doy a Vd. las gracias por la parte que ha tenido en la conclusión del fastidioso asunto de las libranzas.
Me habla Vd. superficialmente de un proyecto de doce grandes electores, del cual es la primera noticia que tengo. Así nada puedo decir a Vd. en este particular, hasta que Vd. tenga la bondad de explicarse más latamente.
Quedo impuesto del demás contenido de su citada carta; y yo espero que las autoridades departamentales se penetren de la marcha que yo creo indispensable al gobierno, y es de obrar con lentitud, pero con pasos muy firmes. Hacer poco, pero hacer bien, y no precipitarse en hacer innovaciones que no estén de acuerdo con las circunstancias locales.
Pasado mañana salgo para el Sur, hacia donde me llaman la pacificación de Popayán y la seguridad de la república amenazada, y quizá invadida por el ejército del Perú. No habiendo querido aquel gobierno oír proposiciones de paz del de Colombia, tenemos que tomar una actitud imponente contra los enemigos externos de la república, así como preservar a ésta de una guerra intestina. Soy su amigo de corazón.
Bolívar.
Adición: Coopere, coopere, en cuanto le sea posible, sobre ese mi asunto de las minas, para que se concluya por fin.
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