Bojacaá, 25 de diciembre de 1828.
Al. EXMO. SEÑOR GENERAL EN JEFE JOSÉ ANTONIO PÁEZ, ETC., ETC.
Mi querido general:
He trasmitido al general Urdaneta las recomendaciones que Vd. me hace en sus apreciables cartas de 21 de noviembre a favor del capitán mayor Manuel Figuera y el señor Escuté, y ambas serán despachadas a satisfacción de Vd.
Por el ministerio de la guerra recibirá Vd. oficial y particularmente las órdenes que se han creído a propósito para salvar la nave política de los chubascos que se presentan en el horizonte. De nada servirá la energía del gobierno, si sus disposiciones no son ejecutadas y sostenidas por las autoridades respectivas. Yo confío en Vd. así como en Briceño, Carreño y demás jefes que, por amor a la nación a que pertenecemos, por el honor individual, y por las consideraciones que recíprocamente nos dispensamos, sostendrán esa interesante parte de la república en tranquilidad y buen orden y escarmentarán a esos restos del partido convencionista, que ha querido anegar en sangre a esa misma nación, a quien deben ellos, más que nadie, su existencia política.
Diré a Vd., de paso, que no me ha parecido bien la medida que tomó Carreño de mandar al Magdalena varios sospechosos de complicidad en la conspiración de Fandeo ¿había más que imponer las penas establecidas a los que resulten convictos, y expulsar del territorio a aquellos sospechosos colaboradores de aquéllos contra quienes no había pruebas bastantes de su delito?
El Sur permanece en el mismo estado que he descrito a Vd. en mis anteriores, y habiendo resuelto irrevocablemente emprender mi marcha e1 28 próximo, espero que Vd. continúe su interesante correspondencia conmigo por el conducto del general Urdaneta. Siento no extenderme como quisiera esta vez, ni poder contestar a una porción de amigos de la preciosa Venezuela. Vd. se servirá disculparme con todos, porque a excepción de Vd., Briceño y uno que otro más, no tendré tiempo de corresponder a todos, cuando no sea sobre algún asunto interesante. Pero mi corazón es de Vds. Adiós, mi querido general, me repito su amigo de corazón. Bolívar.
Adición: respecto a que el general Lara ha sido removido de la intendencia del Orinoco a instancias suyas, y que el coronel Paredes le sucederá en dicha intendencia, y atendiendo a que el general Silva debe venir a mi cuartel general, he dispuesto que el general Lara se encargue de la comandancia general del mismo departamento. Más: interésese, general, en que se me concluya ese pleito de las minas algún día.
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