DOCUMENTO 5699 OFICIO DE PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ PARA EL GENE­RAL DE DIVISIÓN RAFAEL URDANETA, FECHADO EN SAN CAR­LOS EL 3 DE JUNIO DE 1821, POR EL CUAL LE PARTICIPA, DE ORDEN DEL LIBERTADOR, QUE NO HAY NECESIDAD DE QUE APRESURE LAS MARCHAS. LA TORRE, CON VALENCEY, SE HA RETIRADO HACIA VALENCIA. BERMUDEZ HA OCUPADO A CA­RACAS. NO FUERCE LA TROPA. PAEZ ESTA EN TUCUPIDO. RE­COMIENDE LOS ENFERMOS A LAS AUTORIDADES LOCALES. INSTRUCCIONES PARA CUIDAR A LOS SOLDADOS.*

Descripción:
Cuartel General de San Carlos, a 3 de junio de 1821.

Al Señor General de División Rafael Urdaneta.

Al fin se ha recibido ayer tarde la primera comunicación de V.S. con fecha del 27 del próximo pasado y por conducto del Edecán Ibarra. S.E. el Libertador queda impuesto de todo lo que V.S. me dice en aquella nota, única que se ha recibido de V.S. desde que emprendió su marcha sobre Coro.

Por una extraordinaria fortuna los enemigos nos han dado lu­gar para todo, y no hemos tenido muy urgente necesidad de la incorporación de V.S. al ejército, y su sola aproximación, a tiempo que el señor General Bermúdez ocupaba a Caracas, ha bastado par.i que se retiren todas las fuerzas españolas que se habían reunido aquí y en Araure. Por mis anteriores comunicaciones, y por las del Estado Mayor General, sabrá V.S. que La Torre, con los dos batallones de Valencey, marchó para Valencia desde el 20 del mes pasado. S.E. trató entonces, o de batir la 3ª y 5ª divisiones que quedaron haciéndonos frente, u obligarlas a seguir el mismo movimiento. Ayer tarde se ha logrado esto último al acercarse a esta ciudad un destacamento de 100 Dragones, al mando del señor General Sedeño. Ya antes había el señor Coronel Plaza tomado en San José dos guardias avanzadas, y todos los caballos del Escua­drón de Baquianos que ha quedado casi disuelto después de la sor­presa en que perdió los caballos. Como según todas las noticias y apariencias, el enemigo va a concentrarse en Valencia, y probable­mente dejará atendiendo a Caracas al Brigadier Morales, no cree S.E. necesario que V.S. fuerce mucho sus marchas, y por el con­trario quiere que las haga muy lentamente para que no se estropee

la tropa. V.S. las calculará de modo que sin dejar de marchar todos los días, no haga mucho camino en cada uno.

Por parte del señor General Páez sabemos estaba en Tucupido con una columna de 1.000 caballos que se le mandó trajese volando. Como se espera este refuerzo muy pronto, y también al señor Coronel Carrillo con la suya, hay menos necesidad de que reviente V.S. esas tropas con marchas rápidas.

Lo que S.E. desea es que llegue V.S. con el mayor número posi­ble de tropa, y que ésta venga en disposición de seguir la marcha. Los enfermos que V.S. dejó en el camino debe recomendarlos muy particularmente a las autoridades locales para que los cuiden, y restablezcan pronto, y según su número, debe también dejar algu­nos oficiales encargados de reunir los convalecientes y conducirlos a sus cuerpos, luego que puedan marchar. Se recomienda a V.S. un particular cuidado en esto.

Lo comunico, etc.

Dios guarde a V.S. muchos años.

PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ

Adición. En los lugares que juzgue V.S. más convenientes por la seguridad, abundancia de subsistencia y buen clima, irá dejando los soldados más estropeados para que descansen, se restablezcan y sigan cuando puedan; parece necesario que queden, como he dicho antes, algunos oficiales que los conduzcan al ejército, y cuiden de que no deserten, ni se dispersen.

Vale.

* Archivo del Libertador. O´L. Vol. XVIII, primera parte, fº 303 vto. y 304 y vto.