DOCUMENTO 8149 CARTA DE BOLÍVAR PARA SUCRE, FECHADA EN LIMA EL 31 DE OCTUBRE DE 1823, EN LA CUAL SE REFIERE A LOS MÚLTIPLES PROBLEMAS QUE SE CONFRONTAN EN EL PERÚ Y LE IMPARTE INSTRUCCIONES SOBRE LAS CUALES LE RECOMIENDA MEDITAR Y LLEVAR A EJECUCIÓN LAS QUE CONSIDERE CONVENIENTES.*

Sección
24) Período (01OCT AL 31DIC 1823) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Lima, 31 de octubre de 1823.

(Señor general Antonio José de Sucre).

Mi querido general:

Esta noche ha llegado el ""Monteagudo"" al trayendo setecientos y tantos hombres. Santa Cruz los (llevaba) para Arica con la caballería y ellos se levantaron y se vinieron para acá, es decir algunos jefes mandados por Navajas. Por consiguiente Santa Cruz con algunos 600 hombres que le quedarán allá entre todo es natural que se venga al Callao o donde Riva-Agüero, y así se perderán todos los caballos y bagajes que teníamos por allá.

Yo insisto de nuevo en que la expedición de Chile a las órdenes del general Pinto se vuelva al sur a obrar como sea posible, o que vuelva a Chile, si no puede lograr ningún efecto en las costas del Perú por falta de caballos, bagajes, y fuerza suficiente.Las tropas chilenas van a mo en estas costas en el verano, porque no podremos obrar tan prontamente por mil y unas razones. Vea Vd. al general Pinto y dígale Vd. mi pensamiento: yo autorizo a Vd. para que este negocio con él de un modo que pueda realizarse íntegramente si es posible, y si no dígale Vd. Que venga a conmigo a concertar de acuerdo los medios aplicables a la ejecución. Yo estoy resuelto a no obrar por esta parte con más de 8.000 hombres, porque no hay víveres, ni bagajes, ni caballos, ni leña para más tropa: espero además 3.000 colombianos que llegarán por momentos. Con estas fuerzas habrá demasiadas tropas, y la marcha que tenemos que hacer y su manutención será imposible.

Yo creo que Vd. debe desembarcar por Pu las tropas de Colombia y del Perú para mantenerse en esos contornos el tiempo que sea posible, procurando tomar todo lo que haya en el país de víveres y bagajes, y sobre todo tomando las más fuertes precauciones para poner a cubierto esas tropas de ser atacadas de improviso por Canterac o por Loriga. Si Vd. encuentra que hay modos de sacar recursos de ese país, Vd. nuestras tropas en él, pero si no, hágalas Vd. venir al Callao, dejando un par de compañías de infantería para que se traigan con la caballería las bestias, el y todo lo que encuentren por delante y puedan recoger de Cañete para allá, siempre con mucha precaución para no sufrir una derrota, y asegurar las bestias que deberán venir lentamente, y aprovechando los pastos del camino para no consumir de repente los de esta capital.

Nosotros necesitamos de muchas precauciones en la presencia de Riva-Agüero, pues ya el general Portocarrero esta preso en Arica por haber pretendido pasarse a los enemigos. Santa Cruz está aún por allá con Guise. ¡Quién sabe lo que harán!

En fin necesitamos de aprovechar el país que está libre mientras que podemos prepararnos para la próxima campaña: necesitamos mandar una división de Colombia a la provincia de Trujillo para lograr la obediencia de aquel territorio y del ejército de Riva-Agüero; necesitamos de una campaña por el sur del Perú hecha por Chile que tiene la facilidad de mandar elementos de guerra, bagajes y órdenes a sus tropas, pues Chile esta llamado a dar la libertad al sur del Perú, mientras los enemigos se ocupan de nosotros por el norte.

Si Vd. deja la división de Colombia en los contornos de Pisco, mándeme Vd. sus transportes al Callao, pues los necesito para mandar tropas a Trujillo.

Vd. medite todo el contenido de esta carta y ejecute lo que le parezca mejor a fin de que acertemos en la empresa de libertar al Perú.

Soy de Vd. de corazón.

BOLÍVAR

Adición. — He recibido las dos cartas que Vd. me mandó del camino, y quedo impuesto de todo. Por ahora no pueden ir más víveres, a menos que los necesite la expedición que viene de Chile.

* De un impreso moderno. ""Correspondencia del Libertador"" (1819-1829). Fundación Vicente Lecuna. Banco de Venezuela. (Caracas, 1974), págs. 61-63.

Traducción