DOCUMENTO 7427. OFICIO DE JOSÉ GABRIEL PÉREZ PARA EL GENERAL SALOM, FECHADO EN GUAYAQUIL EL 22 DE MAYO DE 1823, EN EL CUAL, DE ORDEN DE BOLÍVAR, LE SEÑALA EN FORMA IRRE­BATIBLE LA CONDUCTA MANIFIESTAMENTE REALISTA OBSER­VADA POR EL SACERDOTE MARIANO URRUTIA.*

Descripción:
Al señor General de Brigada Bartolomé Salom,

Jefe Superior de los Departamentos del Sur.

He tenido el honor de dar cuenta a S.E. el Libertador, de la nota de US. de 9 del presente, en que participa la ocultación del Presbítero Doctor Mariano Urrutia que S.E. ordenó fuese remitido a su Cuartel General para ser expulsado del territorio de la República, como enemigo declarado de ella.

Cuando S.E. dictó esta providencia, tenía a la vista el resumen histórico de los hechos del Doctor Urrutia en servicio de la causa del Rey de España. Este resumen es un monumento de oprobio para su autor, que cambiando su carácter de paz y de mansedum

bre, por el hostil de infame espía e instigador de la guerra civil, se gloría de cooperar a la destrucción de sus semejantes. El Doctor Urutia, pintado por sí mismo, es execrable como sacerdote a los ojos de todos los cristianos. No hay un solo pueblo que no abomine las prácticas sanguinarias y que no se escandalice de ver mezclados en ellas a los Ministros del Santuario.

Si la guerra es algunas veces necesaria y otras indispensable, los sacerdotes de Jesús jamás son agentes de este azote de la sociedad. La parte activa que el Doctor Urrutia ha tomado en la esclavitud de Quito y en favor del atroz asesino Galup, lo pone en el caso del artículo 2º del Decreto de 18 de septiembre de 1821.-11. Y este Decreto es el que S.E. ha mandado ejecutar

En la narración apologética que él presenta a la Corte Superior de Justicia, se nota una serie de servicios de un carácter siempre marcado contra la causa de la independencia: referiré a US. algunos. Uno dice: ""Cuando el Capitán Galup derrotó en el Pucará las tropas independientes, casi debió exclusivamente este triunfo a las noticias que el Doctor Urrutia le comunicó por chasques [ 1 ] pa­gados de su bolsillo, exponiendo su vida en las peores circunstan­cias en que se hallaba esta Provincia sin resguardo, fuerzas ni otro recurso que asegurasen las operaciones de los que pensaban con tanta heroicidad, y así fue que el capitán Galup, aprovechándose de los avisos del Doctor Urrutia, derrotó a los subversivos.

Otro.—""El Doctor Urrutia contrajo el gran mérito de haber impedido que los insurgentes de la Provincia de Pastos se echasen sobre los pertrechos que traía de Quito el Capitán don Pedro Galup para la defensa de Pasto, por haberle adelantado oportunamente un aviso por extraordinario de los designios de éstos, para que viniese prevenido, como en efecto lo practicó así, y derrotó a los que trataron de sorprenderle, habiendo logrado llegar a Pasto con tan interesante auxilio a tiempo que estaban escasos de él y que Nariño se acercaba a la ciudad, de que se siguió la completa destrucción del ejército de éste.

Otro.—""Consta igualmente de ellos, que desde el principio de la revolución de estas Provincias, he observado hasta la presente una conducta irreprensible de fidelidad y amor a nuestro Soberano, sosteniendo la justa causa que defendemos de cuantos modos y arbitrios han estado a mi alcance, con la predicación y ejemplo,

con erogaciones pecuniarias en beneficio de la tropa defensora de tan sagrados derechos, sirviendo en un tiempo de Capellán de ellas, y en otros de Teniente Vicario general castícense, siguiendo la marcha con ellas en campañas arriesgadas, sin prest[ 2 ] ni ración alguna, entusiasmando los pueblos con el mayor ardor y contribuyendo en ellos en cuanto he podido para el arreglo del orden público, sin ahorrar sacrificio por penoso que haya sido, principalmente en la heroica y fidelísima ciudad de Pasto"".

Estos rasgos de abominación son presentados al Gobierno español por el Doctor Urrutia como méritos de piedad para la obten­ción del beneficio de Cocatachi[ 3 ], que no parece destinado por la justicia del cielo para premiar parricidas, sino para dar una hon­rosa y justa recompensa al más venerable por su edad, y al más santo por sus virtudes de la Iglesia de Quito: no a un sacerdote militar, a un tránsfuga de los hogares patrios, a un Doctor Urrutia.

Cuartel General en Guayaquil, a 22 de mayo de 1823. [ 4 ]

J. GABRIEL PÉREZ

* De un impreso moderno, O´Leary, Memorias, tomo XX, págs. 41-42.

NOTAS

1) Chasquis, vocablo que equivalía o tal vez equivale aún, a mensa­

jeros o correos.
2) Prest: haber diario que se da a los soldados
3) Cotacachi, pueblo del Ecuador en la provincia de Imbabura.
4) Hay dos versiones más de este oficio que aparecen en el Archivo

del Libertador, una fechada el 20 de mayo, folios 83 al 86 del tomo XX,

y otra con fecha 22 del mismo mes, folios 143 al 144 del tomo expresado.

Pero la más completa es la que aquí reproducimos.