DOCUMENTO 8843 OFICIO DE JOSÉ D. ESPINAR AL GENERAL BARTOLOMÉ SALOM, FECHADO EN PATIVILCA EL 10 DE FEBRERO DE 1824, LE EXPLICA LA SITUACIÓN CONFLICTIVA DEL PERÚ CON LA SUBLEVACIÓN DE EL CALLAO, QUE AMENAZA A COLOMBIA. LE DA INSTRUCCIONES, DE PARTE DEL LIBERTADOR, PARA ORGANIZAR LA DEFENSA*

Sección
25) Período (01ENE AL 28FEB 1824) Correspondencia Oficial

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Descripción:
Pativilca, febrero 10 de 1824.

Al señor General Bartolomé Salom.

La plaza del Callao se ha perdido; los enemigos entrarán en la capital sin la menor resistencia, y el Perú todo va a ser dominado bien pronto por sus antiguos opresores.

La sublevación del Callao ha puesto a los enemigos en posesión de multitud de buques, dos de los cuales están armados en guerra, y algunos otros en aptitud de aprestarse del mismo modo. De aquí va a resultar entre otros males para la América una grande superioridad marítima de las fuerzas navales españolas.

Una vez perdido el Perú, tendremos en breve a los enemigos en el corazón mismo de Colombia, adonde se dirigirán por el Puerto de Esmeraldas, [ 1 ] o por las costas del Chocó; por la provincia de Loja o por la de Guayaquil, o por donde quiera que no podamos mantener reunidas nuestras fuerzas. Así, pues, V.S. como jefe Superior de los departamentos del Sur que van en breve a ser el teatro de la guerra, al doble más encarnizada y cruel que las que por 14 años ha asolado aquellas provincias, es preciso que tome ya las debidas precauciones para poner el distrito de su mando en un estado de rigurosa defensa. Por consiguiente, indicaré a V.S. el cúmulo de atenciones que deben ocuparle por ahora.

1° Destruir a los pastusos. V.S. sabe muy bien que mientras exista un solo rebelde en los Pastos, están a punto de escollar las más fuertes divisiones nuestras, y tendremos que destinar constantemente un respetable cuerpo de tropas hacia esa parte, el que nos agotará los recursos en hombre, ganados, bestias y dinero, y nos impedirá dedicarnos exclusivamente a la guerra contra los españoles del Perú.

2° Levantar muchos depósitos de reclutas; porque de otro modo, será difícil reemplazar las bajas del ejército y aumentar los cuerpos hasta darles un grado de responsabilidad conveniente.

3° Construir vestuarios, equipo y fornituras de tropa, porque mientras no existan grandes depósitos de estos artículos, es difícil en ocasiones mover un grande ejército a larga distancia y por climas rígidos.

4° Mejorar y equipar la marina; porque decidida la preponderancia de la marina española en el Pacífico sobre la del Perú y Colombia, es de temer que los enemigos se dirijan a Guayaquil. Así es que S.E. el Libertador piensa armar en guerra el navio Monteagudo, y desea que todos los buques del Estado se reparen pronto y completamente. Desde ahora conviene pues, ir haciendo grandes acopios en Guayaquil. Añádese a lo dicho el que debiendo venir 12.000 hombres por el Istmo, estos deben transportarse en buques seguros y comboyarse por otros de guerra.

5º Levantar milicias. Nada es más conveniente que militarizar los pueblos y ponerlos en un estado absoluto de defensa. Además las milicias se hacen cuerpos veteranos al momento que se necesitan.

6º Reunir víveres y bagajes; porque faltando los primeros llega a faltar la subsistencia de las tropas, y sin los segundos faltaría la movilidad del ejército.

7° Reunir caballos para la caballería. Este artículo va ya escaseando en el Perú, y no hay duda en que los españoles tienen una gran preponderancia numérica sobre la nuestra, y la tienen perfectamente montada.

8° Solicitar fondos con que subvenir a tantos gastos. V.S. no ignora que el primer elemento para hacer la guerra es el dinero.

Mil dificultades tocará V.S. para llenar estos objetos, por eso es más que nunca necesario ahora desplegar más energía que la que V.S. Acostumbra.

S.E. cree que sería muy conveniente publicar la ley marcial en el distrito del Sur, y dividir su territorio en secciones mandadas por Jefes militares. De este modo los paisanos conocerán que hay peligro urgente, y que las necesidades son extremadas, y entonces no reputarán de crueles las medidas que se empleen. Pero esta declaratoria de Ley Marcial ofrece el inconveniente de que los rebeldes de Pasto se harían tanto más fuertes, cuanto más victoriosos crean se hallen los españoles en el Perú. Sin embargo V.S. resolverá en este particular lo que tenga por conveniente.

Una parte no pequeña tendrá V.S. en la suerte del Perú, y el Sur de Colombia y la República toda se confesarán algún día deudores de su tranquilidad y reposo.

Dios, etc.

[JOSÉ D. ESPINAR]

* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O´Leary, Tº XXI, 2ª parte, Fº 106 vuelto al 108 y vuelto.[ 2 ]

NOTAS

1) Esmeraldas, ciudad y puerto de Ecuador.
2)

Traducción