DOCUMENTO 7789. PALABRAS QUE DIRIGIÓ EL LIBERTADOR AL CONGRESO DEL PERÚ EL DÍA 13 DE SETIEMBRE DE 1823.*

Sección
23) Período (02JUN AL 30SEP 1823) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
{{{PALABRAS DIRIGIDAS AL CONGRESO DEL PERÚ, EL 13 DE SETIEMBRE DE 1823}}}



Señor:

El Congreso Constituyente del Perú ha colmado para conmigo la medida de su bondad: jamás mi gratitud alcanzará a la inmensidad de su confianza. Yo llenaré, sin embargo, este vacío con todos los sacrificios de mi vida: haré por el Perú mucho más de lo que admite mi capacidad, porque cuento con los esfuerzos de mis generosos compañeros. La sabiduría del Congreso será mi antorcha en medio del caos de dificultades y peligros en que me hallo sumergido. El Presidente del Estado por sus servicios, patriotismo y virtud, habría él sólo salvado su patria, si se le hubiese confiado este glorioso empeño: el Poder Ejecutivo será mi diestra, y el instrumento de todas mis operaciones. Cuento también con los talentos y virtudes de todos los peruanos, prontos a elevar el edificio de su hermosa república; ellos han puesto en las aras de la patria todas sus ofrendas; no les queda más que su corazón, pero este corazón es para mí el paladión de su libertad. Los soldados libertadores, que han venido desde la Plata, el Maule, el Magdalena y el Orinoco, no volverán a su patria sino cubiertos de laureles, pasando por arcos triunfales, llevando por trofeos los pendones de Castilla.

Vencerán y dejarán libre el Perú, o todos morirán: Señor, yo lo prometo.

Señor: Yo ofrezco la victoria confiado en el valor del ejército unido, y en la buena fe del Congreso, Poder Ejecutivo y pueblo peruano; así el Perú quedará independiente, y soberano por todos los siglos de existencia que la Providencia Divina le señale.

Texto del borrador:

El Congreso Constituyente del Perú me ha honrado más allá de lo que una generosidad sin fin puede dictar a los depositarios del poder supremo de un pueblo soberano. Mi gratitud hacia el congreso jamás alcanzará a la inmensidad de la confianza que se me ha hecho: todos los sacrificios de mi vida no son capaces de llenar este vacío; sin embargo yo haré por el Perú infinitamente menos de lo que él espera; pero mucho más de los servicios que yo puedo consagrarle porque yo añadiré a mis más apurados esfuerzos los de mis nobles y generosos compañeros de armas y todos aquellos que las virtudes y los talentos peruanos ya se ofrecen para elevar el hermoso edificio de la República libre y sabia del Perú.



El genio tutelar del Congreso me presentará una antorcha que guíe mis pasos en el caos en que me veo sumergido. El Congreso sabe cual es la composición actual del Perú y esta ciencia me basta para contar con su salvación. El presidente del estado sería él solo capaz de libertar la patria si se le hubiere confiado exclusivamente este glorioso empeño; así el poder ejecutivo será el móvil de todo. El pueblo peruano ha puesto en las aras de la patria todas sus ofrendas; nada le queda más que su corazón: este corazón es para mí el paladium de su libertad.

Los libertadores venidos desde el Plata, Maule, Magdalena y Orinoco, hollando por todas partes la tiranía y el crimen, no pueden volver a su patria sino bajo la sombra de arcos de triunfo y de laureles, flotando en sus manos los pabellones de Castilla; si no morirán. Señor, yo lo prometo.

* De un impreso moderno. Simón Bolívar. ""Obras Completas"", tomo II, págs. 1191-1192.

Traducción