DOCUMENTO 113. CARTA FECHADA EN CUENCA, EL 14 DE SETIEMBRE DE 1822, DIRIGIDA A LAS SEÑORAS GARAYCOA, EN LA QUE EXPRESA SENTIMIENTOS DE AFECTUOSA CORRESPONDENCIA.*
Sección
1) Período (20MAR 1799 AL 23DIC 1824) Correspondencia Personal (E.L.)
Personas
Lugares
Palabras Clave
Descripción:
Cuenca, 14 de setiembre de 1822.
A las Señoras Garaycoas.
Mis habilísimas damas: La Gloriosa[ 1 ] me ha proporcionado la dicha de ser saludado por Vds. Yo no esperaba una satisfacción tan agradable para mi corazón, porque no las creía a Vds. tan buenas con un ingrato como yo, que no escribo a nadie por indolente y también por ocupado.
A la Gloriosa, que las serranas[ 2 ] me han gustado mucho, aunque todavía no las he visto; que no les tenga envidia, como decía, porque no tiene causa con unas personas tan modestas que se esconden a la presencia del primer militar.
La Iglesia se ha apoderado de mí: vivo en un oratorio; las monjas me mandan la comida; los canónigos me dan de refrescar; el Te Deum es mi canto y la oración mental mi sueño, meditando en las bellezas de la Providencia dotadas a Guayaquil, y en la modestia de las serranas que no quieren ver a nadie por miedo del pecado. En fin, amigas, mi vida es toda espiritual, y cuando Vds. me vuelvan a ver ya estaré angelicado.
No hay más tiempo, pero soy el más humilde Q. B. L. P. de las damas Garaycoas, Llagunos y Calderones[ 3 ].
BOLÍVAR.
A la Gloriosa que soy el más ingrato de sus enamorados.
EL MISMO.
P. D. El amanuense [ 4 ] saluda a Vds.
* Archivo del Libertador, vol. 45, folio 169. De una copia manuscrita de letra indeterminada. Las destinatarias pertenecían a una familia de relevante posición social en Guayaquil, sumamente adicta a la causa de la independencia y que cultivó relaciones de íntima amistad con el Libertador. La noble matrona doña Eufemia Llaguno de Garaicoa, viuda para esa época, era madre del virtuoso sacerdote guayaquileño Francisco Javier de Garaicoa y Llaguno (1772-1859), más tarde Obispo de su ciudad natal y luego Arzobispo de Quito, en donde falleció. Hermana del prelado era doña Manuela Garaicoa Llaguno de Calderón, nacida en 1783, cuyo esposo, el Coronel Francisco Calderón, había sido fusilado por los realistas en Ibarra el año 1812, a causa de sus ideas independentistas; fueron padres del Teniente Abdón Calderón Garaicoa, nacido en Cuenca (1804-1822), el joven héroe de la batalla de Pichincha. Otras hermanas fueron doña Francisca Garaicoa y Llaguno, quien casó con el letrado Luis Fernando Vivero (fines XVIII-1842); doña Ana Garaicoa y Llaguno, esposa del General José Villamil (1789-1866); y doña Joaquina Garaicoa y Llaguno, amiga predilecta y confidente del Libertador, quien la llamaba ""la gloriosa"". Cuando redactaba esta carta, Bolívar se hallaba desde el 8 de septiembre en la ciudad de Cuenca, capital de la Provincia del Azuay, a unos 300 Km. al Sur de Quito. Había salido el 1° del mismo mes de Guayaquil, luego de una permanencia de algo más de mes y medio en dicha ciudad, período durante el cual hubo de conocer a la familia Garaicoa.
NOTAS
1) Como se ha dicho, llamaba de este modo a doña Joaquina Garaicoa y Llaguno. Al parecer, ella le había escrito desde Guayaquil.
2) Mujeres de la Sierra, o sea la región montañosa del Ecuador. En este caso, las de Cuenca, por oposición a las costeñas, o de Guayaquil.
3) Las mencionadas en la nota principal, ut supra.
4) Dado que se trata de una copia, es imposible precisar quien era ""el amanuense"". Probablemente alguno de los edecanes de mayor confianza del Libertador, como Diego Ibarra, o Carlos Eloy Demarquet. En todo caso, sabemos que la carta no era enteramente autógrafa del Libertador.
Traducción