DOCUMENTO 7603. OFICIO DE DEMARQUET PARA HERES, FECHADO EN OTAVALO EL 8 DE JULIO DE 1823, EN EL CUAL, POR MANDATO DE BOLÍVAR, LE PIDE EL ENVIÓ DE CALDEROS PARA EL EJERCITO. TAMBIÉN SE REFIERE A BAGAJES, A ARMEROS, A MATERIAL DE GUERRA Y A SOLDADOS DESERTORES.*

Sección
23) Período (02JUN AL 30SEP 1823) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Otavalo, 8 de julio de 1823.

Al Señor Coronel Heres.

Quiere S.E. el Libertador que V.S. haga remitir inmediatamente cuantos calderos se puedan conseguir, pues se necesitan para toda la División: y que las columnas de retaguardia traigan consigo todos los que necesiten, ya sea de cobre, de lata o de cualquier cosa, y que si no se consiguen de otro modo exija V.S. hasta los de las casas particulares, si no hubiese otro arbitrio.

Dios etc.

[DEMARQUET]

Adición: S.E. acaba de recibir el oficio de V.S. en que reclama los bagajes que se dice haberse quedado en este cantón, y resulta, según lo averiguado por S.E. mismo, que solo siete han quedado aquí. Estos son pretextos de los amos de dichos bagajes, para no darlos otra vez. Es indispensable mandar a los pueblos de las cinco leguas, comisionados diligentes y activos que tomen de los páramos y de los lugares donde tienen escondidas, las bestias necesarias para la marcha del ejército. Estas comisiones deben ser de la confianza de V.S. mismo.

Repite S.E. la orden sobre que vengan los dos armeros con sus útiles de armería, si no los ha traído ya el Comandante Payares, que son de una importancia suma estos individuos y sus útiles.

Que se dé orden en toda la Provincia de Quito, para que vengan a la maestranza de la capital todos los armeros que haya en los pueblos, y los herreros que puedan aprehenderse. Lo mismo debe hacerse en Quito, a fin de que la maestranza marche volando, y no se detenga por los armeros que se le quitan ahora.

Que vengan doscientas cartucheras sobrantes, cuatro cajas de guerra, cuatro subernuelles y doscientos tahalíes con vainas de bayonetas, todo, todo para la columna que está en el día aquí, que ha recibido más de 200 reclutas. Cuarenta y tantos desertores ha tenido el Capitán Morillo, llevándose el vestuario, casi todas las cartucheras, veinte y seis bayonetas y algunos fusiles.

Que se soliciten los desertores, que se les den cuatrocientos palos y se manden al presidio de Guayaquil, que se publique una orden general en todos los pueblos, ofreciendo 200 pesos por los desertores veteranos y 20 por los milicianos, que se establezca un consejo de guerra verbal en todas las columnas y en el ejército para juzgar dichos desertores.

Que todos los godos que se vayan cogiendo se remitan a Guayaquil para que sean expulsados, entre ellos el señor Zandumbide, un tal Muñoz y dos oficiales que hoy se remiten de aquí; y todo otro individuo que en calidad de godo se coja o remita de cualquier parte.

[DEMARQUET]

* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O´Leary. Tº XX, Fº 126 al 128.

Traducción