DOCUMENTO 373. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR, DIRIGIDA A DOÑA MARIANA CARCELEN, VIUDA DEL MARISCAL SUCRE, FECHADA EN SOLEDAD, EL 5 DE NOVIEMBRE DE 1830, POR LA QUE AGRADECE EL LEGADO DE LA ESPADA DE COLOMBIA REGALADA A SUCRE EN AYACUCHO, PERO LE RUEGA QUE LA ENTREGUE A SU NOMBRE A LA FAMILIA DEL MARISCAL EN LA PERSONA DE SU HIJA.*

Sección
2) Período (09ENE 1825 AL 10DIC 1830) Correspondencia Personal

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Soledad, 5 de noviembre de 1830.

A S. E. La Gran Maríscala de Ayacucho.

Muy respetable señora mía: La favorecida carta de Vd. del 13 de setiembre en Quito, no ha servido sino para avivar mis sentimien­tos con respecto a Vd. y a la memoria del Gran Mariscal. Nadie se puede llamar tan desgraciada como una persona que virtuosa­mente amante de su esposo lo ha perdido entre los horrores de la ignominia nacional y la gloria de que cubría a su dignísima esposa y a su afligida patria. Las lágrimas de Vd. parece que deben au­mentarse por la confluencia de las que Colombia entera derrama sobre la losa de la víctima más ilustre. También yo concurro con toda mi pena a aumentar la nacional; yo, que tengo más obliga­ciones que ningún otro para llenar este último y tristísimo deber; yo, que estuve presente al espíritu de aquel amigo quizá en el úl­timo instante de su vida; y que fui escogido para recibir de su amistad postuma el más precioso como el más relevante de sus trofeos, la espada de Colombia regalada en Ayacucho.

Señora, esta dádiva me ha sorprendido, porque no la merecía y porque debía ser la riqueza más honrosa de la familia de Sucre. Si me fuese permitido rogar a Vd. que se sirviese presentarla a mi nombre, a la imagen inocente y tierna de mi amiga la señorita Sucre, yo me atrevería a tomarme esta libertad. El digno y futuro marido de la hija de Vd. conservaría en esa espada el más precioso escudo de la gloria de su casa. Sin embargo, si Vd. se ofende por este sentimiento, el más puro, yo aceptaré la espada: ella será para mí un presente inestimable mientras viva; y cuando muera vol­verá a ser consagrada a la casa del héroe.

Acepte V., señora, las seguridades de una gratitud sin límites de mi parte y hacia la memoria del Gran Mariscal por la bene­volencia con que Vd. se ha servido honrarme en la favorecida que me apresuro a contestar.

Con los sentimientos más respetuosos de consideración afectuo­sa, quedo de Vd. su muy atento y obediente servidor Q. B. S. P.

BOLÍVAR.

* Del texto dado en “La Opinión Nacional”, N° 3.128, Caracas, 28 de octubre de 1879. Se dirige el Libertador a la Sra. Mariana Carcelén y Larrea, Marquesa de Solanda (1805-1861), viuda del Mariscal Antonio José de Sucre (1795-1830), para agradecer el legado de la espada que Colombia ofreció a Sucre después de la victoria de Ayacucho. Bolívar le pide que la presente a la hija del matrimonio contraído en 1828, la niña Teresa Sucre Carcelén, quien había de morir poco más tarde. Para la destinataria, véanse: doc. N° 362, nota 4, y doc. No 366, nota principal.

Traducción