DOCUMENTO 5541 OFICIO DEL CORONEL PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ AL GENERAL JOSÉ ANTONIO PAEZ, FECHADO EN BARINAS EL 19 DE ABRIL DE 1821, POR EL CUAL LE PARTICIPA, DE ORDEN DEL LIBERTADOR, QUE NO PUEDE ALTERARSE EL PLAN DE CAMPAÑA. TRAIGA ""TODO EL GANADO QUE PUEDA""... ""CON LA SEGURIDAD CIERTA DE QUE SEGUIRÁ POR SU ESPALDA UN HATO ENTERO"".*

Sección
17) Período (07ENE AL 13MAY 1821) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Barinas, abril 19 de 1821.

Al Señor General José Antonio Páez.

Por un oficio del señor General Sedeño al señor Coronel Plaza ha tenido S.E. el Libertador el dolor de saber, que no puede contar con ganado ninguno para la marcha ni para la subsistencia aquí de estas tropas, porque en lugar de las 4.000 reses que se esperaban de Casanare, sólo se iban a remitir 500 y no más. V.S. sabe que de éstas llegarán cuando más la mitad, y si supiera también que el ejército y los hospitales consumen diariamente ochenta, y que sólo habrá empotreradas ochocientas, que apenas alcanzan para diez días, concebirá el grado de dolor y la desesperación que habrá causado a S.E. la noticia del General Sedeño.

[Es imposible describir] [ 1 ] Entre la necesidad de abrir las operaciones en los días señalados para no faltar al plan, y la seguridad de que este ejército va a perecer, muévase o no, si no tiene ganado para llevar en las marchas o para permanecer aquí, no hay partido medio que se pueda abrazar. El plan de campaña no puede alterarse, porque estando ya al expkar el término, las órdenes llegarían después que ya estuviesen en acción las divisiones que van a coope­rar [y ni aun puede modificarse porque tienen parte. Tampoco puede desistirse de las operaciones. Tampoco puede diferirse el rom­pimiento ni así ] [ 2 ] y sería exponerlas a un revés: no se puede dife­rir el rompimiento ni tampoco ir a buscar abierta y decididamente al enemigo, porque nuestra situación no lo permite y porque sería una temeraria imprudencia aventurar la suerte del ejército y de la República a una batalla, antes de haber debilitado al enemigo, obli­gándolo a maniobrar. No se ha hallado otro expediente que sacri­ficar los caballos venidos de Casanare para asegurar siquiera la subsistencia de estas tropas mientras se incorporan con V.S. Con este objeto se han librado comisiones a los señores General Sedeño y Coronel Rosales para que cada uno por su parte coja y remita todo el ganado posible del Alto Apure. Por feliz que sea el resul­tado de estas comisiones, no debe S.E. lisonjearse ni esperar que venga más que lo muy necesario para las marchas, hasta reunirse con V.S. y entonces, siendo mayor la masa del ejército, será tam­bién mayor la dificultad para la subsistencia.

S.E. se consuela con la esperanza de que V.S. traerá no sólo los 3.000 novillos que tiene empotrerados, sino también el hato entero de que habló a V.S. antes de su partida de Achaguas. Si no lo hace V.S. así, y si no deja además órdenes para que venga por su espalda una gran cantidad de ganado, esté V.S. cierto de que es impracticable la campaña y que se perderá el ejército por el hambre, o ten­dremos que aventurar temerariamente una batalla sin ganar más por esto, porque no es fácil destruir en ella completamente el ejér­cito español, y aun cuando se lograse, quedaríamos en el mismo caso de miseria y no podríamos sacar de la victoria todo el partido y ventajas que ella nos ofreciese. Que traiga V.S. todo el ganado que pueda a más de los 3.000 novillos: que venga V.S. con la segu­ridad cierta de que seguirá por su espiada un hato entero: que para esto dé V.S. orden que no se respete el ganado manso, ni las vacas, ni las becerras y que se ocupen en cogerlas y conducirlas todos los hombres que no marchen con V.S. son las órdenes que S.E. me man­da le comunique y recomienda encarecidamente.

Todo el ganado que pueda cogerse a las inmediaciones del Apure debe traerse tras del ejército sin reparar en otra consideración que la salud de éste y de la República cifrada en la subsistencia cómoda y abundante de las tropas.

Lejos de exceptuar el ganado manso y las vacas, deben ser los primeros que se arreen porque son los más fáciles de conducir, y porque son los que menos se pierden, y cuestan menos trabajo a la tropa para beneficiarlos. Penétrese V.S. de la necesidad de esta medida, la única que puede salvar al ejército de una ruina segura. Toda la consideración que debe guardarse en esta ocasión, es mandar que si el ganado que se toma es de algún patriota benemérito, se le devuelva con el del Estado o con el de los hatos más distan­tes, dándole alguna ventaja o ganancia moderada.

Según el estado que se ha pasado a S.E. del ganado remitido para estas tropas desde que se acantonaron aquí, no alcanza sino a 2.500 reses, comprendiendo en éstas las 200 venidas de Casanare y las embargadas por el señor Coronel Juan Gómez. Resultan remitidas por V.S. 970; por el Coronel Justo Briceño 1.300; y por el Co­mandante Burgos [ 3 ] 134.

Doy a V.S. este aviso para que le sirva de conocimiento y para que se convenza V.S. de que es preciso desistir del empeño de con­servar las vacas, porque ciertamente no se halla otra causa para el poco fruto del trabajo de esa caballería que la infernal lidia con los toros para haberlos de reducir.

Lo digo todo de orden de S.E. para su inteligencia y cumplimiento.

Dios guarde a V.S. muchos años.

PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ

* Archivo del Libertador. O´L Vol. XVIIL, primera parte, fº 194-195 y vto.

NOTAS

1) Testado Es imposible describir.
2)
Testado ni aun puede modificarse porque tienen parte. Tampoco puede desistirse de las operaciones. Tampoco puede diferirse el rompimiento ni así.
3)
Comandante Burgos. Probablemente se trata del Coronel de Tropa en Barinas (1819) y Carabobo (1821) y Comandante de Armas de Mérida, Cumaná y Barinas. Nacido en Guanare.

Traducción