DOCUMENTO 6702. OFICIO DE SALOM PARA EL CORONEL CRUZ PAREDES, FECHADO EN MIRAFLORES EL 16 DE MARZO DE 1822, EN EL CUAL LE INFORMA QUE EL LIBERTADOR DISPONE QUE SE QUEDE EN ESE LUGAR Y OBSERVE LAS INSTRUCCIONES QUE SE LE ENVÍAN.

Sección
20) Período (02ENE AL 25JUN 1822) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Cuartel general en Miraflores, 16 de marzo de 1822.

Al Teniente Coronel Cruz Paredes[ 1 ].

S.E. el Libertador dispone que con el Escuadrón de su mando quede Vd. en este punto y observe las instrucciones siguientes:

1º Permanecerá Vd. aquí diez o doce días, en cuyo tiempo calcula S.E. se habrán restablecido las bestias y ganado que al efecto quedan a su cargo.

2º El hospital que al cuido del Señor Doctor Blair y del Capitán de infantería Román Telles está establecido en este lugar queda bajo su inspección, de cuya buena asistencia es Vd. el inmediato responsable a S.E.

3º Del ganado que queda aquí hará Vd. apartar 390 reses de las mejores para que al tiempo de su marcha las conduzca Vd. consigo hasta el Cuartel General.

4º Reunirá Vd. a éstas 200 reses que Vd. debe mandar tomar en la Herradura, Lecherito y demás potreros que se le han indicado, con la anticipación necesaria, mandando al efecto una partida al mando de un oficial que deberá tenerlas encerradas tres o cuatro días antes de su incorporación a Vd. para que pueda fácilmente marchar.

5º A más de las dos cantidades indicadas en los números 3 y 4 que deben llegar intactas al Cuartel General, donde quiera que se halle llevará Vd. consigo para el consumo de toda la fuerza que Vd. lleve a sus órdenes el número de ganado para diez y nueve, o veinte días.

6º El número de reses que se expresa en el artículo 4º serán apreciadas, y librará Vd. su valor a favor de los interesados y contra los fondos que conduce el Señor Coronel Lara, pues este señor tiene órdenes de abonar las cantidades a que asciendan y Vd. libre.

7º Para la conducción de los ganados se le faculta a Vd. para

tomar en los potreros del tránsito algunas yeguas o potros, dando

a los interesados a quien se le tomen, un documento por el que

puedan acreditar las bestias que se les hayan tomado para el

vicio del Estado llevando Vd. una relación por separado de la clase de bestias tomadas a quien, y lo que puedan valer poco más o

menos, sin que el número de bestias pase de las que Vd. necesite

para la conducción.

8º El Teniente Coronel Serrada es el Jefe que debe quedar mandando este punto y S.E. cree se incorporara a Vd. Antes de

su partida: este Jefe debe traer consigo todos los enfermos que quedaron en las Yeguas, los que reunirá Vd. a los existentes en

este punto; pero si cumplidos los 10 o 12 días que Vd. debe permanecer en él no hubiese llegado este Jefe, dejará Vd. encargado del punto, al oficial que Vd. encuentre más a propósito para que haga la entrega a dicho Serrada cuando llegue aquí.

9° Al tiempo de su partida llevará Vd. consigo todos los individuos, bien sean de Infantería o de Caballería que se hallen en estado de emprender la marcha, dejando en estos hospitales el resto. Los infantes que sigan con Vd. deberán ir armados y municionados con el armamento y municiones que quedan en poder de Vd.

10º También llevará Vd. consigo todas las cargas de municiones, equipo y demás artículos de parque y comisaría existentes en este punto.

11º Si las bestias y aperos no fueren los suficientes para el número de cargas indicado, podrá Vd. dejar las de sal, pues el arroz debe quedar en este punto para el hospital, como también el ganado sobrante después de hechas las salazones indicadas en los artículos 7 y 9.

12º Todo el armamento y fornituras sobrantes permanecerán en este punto hasta que las Columnas que vienen en marcha de Popayán los conduzcan, pues al efecto, se previene vengan desarmados ciento noventa hombres a fin de que éstos, llegados que sean a este punto, puedan armarse con este sobrante y ser más fácil y seguro su transporte.

13º Si antes del tiempo prefijado para la salida de Vd. llegasen a este campo las partidas del Subteniente Torres que quedó

en el Tambo, o la del Teniente Coronel Serrada, que quedó en las Yeguas, no deberán seguir, sino permanecer en este punto, hasta su salida e incorporación, a Vd.; pero si éstas no hubieren llegado cuando llegue el tiempo de marchar Vd. no será un obstáculo para que Vd. siga, y como se tiene dicho, pues estas partidas lo verificarán por su espalda.

14º Si al dejar Vd. este punto no se hubiese reunido el Comandante Serrada, le ordenará Vd. que la partida que viene a sus órdenes, no marche de aquí hasta la llegada del Subteniente Torres si acaso no se hubiese reunido ya este último a cuyas órdenes deben marchar ambas, pues el Comandante Serrada deberá permanecer en este punto.

15º Si acaso al marcharse Vd. no se hubiese reunido el Subteniente Torres, le dejará Vd. órdenes para que lleve consigo todos los individuos de hospital que estén restablecidos, los que deben ir armados con el sobrante armamento.

16º Para la seguridad de este punto hará Vd. que todos los individuos de su cuerpo que no estén empleados en el cuido de caballos y ganado hagan el servicio de infantería, para cuyo efecto se le han entregado 40 fusiles, y si no fueren bastantes los tomará del armamento sobrante.

17º El Doctor Blair y el Capitán Telles, permanecerán en este punto, como se tiene dicho en el Artículo 2º hasta la llegada de Serrada, pudiendo aquellos marchar, luego que hagan la entrega del hospital a éste.

18º Para la curación de los enfermos queda una carga de aguardiente que se economizará lo posible.

19º Hará Vd. poner bastilles altos a las sillas para que no se maten las muías y caballos, para cuyo efecto se ha dado al mayor de su cuerpo agujas e hilo.

20º Igualmente hará poner en buen estado las enjalmas.

21º También hará se curen y bañen las bestias a mañana y tarde para que se restablezcan pronto.

22º Cuando Vd. marche para el Cuartel General con el cargamento hará que se releven diariamente las muías de carga a fin de que no se maltraten.

23° Las mujeres que hay en este campo son desuñadas al cuidado del hospital y deben racionarse, y seguir luego con la Columna del Señor Coronel Lara.

24º Los tres oficiales que le quedan los entregará a sus títulos, y en caso que no hayan llegado al tiempo de su partida, los dará al Comandante Serrada al mismo efecto.

25º Pondrá Vd. a disposición del Comandante Serrada o de cualquiera otro que quede encargado del mando de este punto, 12 mulas útiles para que sirvan de reemplazo a la Columna que viene a retaguardia de modo que las que deje dicha columna se cuiden, para que sirvan a las demás tropas que sucesivamente vayan viniendo.

26º De las 200 reses que se previene a Vd., tome de estos potreros, cuarenta serán del potrero de la ciudadana Lucía Galindes, sin abonar su importe por haber quedado perdidas en este potrero otro igual número de las que abonó el Coronel Carvajal a su paso por aquel punto.

Dios guarde, &.

[BARTOLOMÉ SALOM]

* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O´Leary, tomo XIX, folio 231 vto. al 233.

NOTAS

1) . José de la Cruz Paredes, nacido en Nutrias (Barinas) en 1797. Este denodado héroe venezolano está identificado en tomos anteriores de estos Escritos del Libertador.

Traducción