DOCUMENTO 5399 CARTA PARTICULAR DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL DE DIVISIÓN FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, FECHADA EN TRUJILLO EL 7 DE MARZO DE 1821, POR LA CUAL LE INFORMA DE LAS RELACIONES CON EL OBISPO DE MÉRIDA. MOVIMIENTO EN LOS CARGOS DE ALGUNOS GENERALES. DISPOSICIONES SOBRE DIFERENTES CUERPOS DEL EJERCITO. PRESUNTA FUGA DE FERNANDO VIL DERECHO DE COLOMBIA A PROTEGER A TODOS LOS PUEBLOS QUE ABRACEN LA CAUSA REPUBLICANA. VA HACIA BARINAS. MISERIA EN LA PROVINCIA DE TRUJILLO.*
Sección
17) Período (07ENE AL 13MAY 1821) Correspondencia Oficial
Personas
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Palabras Clave
Descripción:
Trujillo, 7 de marzo de 1821.
A S.E. el general F. de P. Santander.
Lleve Vd. cuenta con el almacén de cosas que voy a meter en esta carta. El Obispo de Mérida está aquí con nosotros y marcha mañana para Cúcuta a tratar con el congreso sobre el estado actual de la Iglesia. Como él es bueno, virtuoso y activo, puede hacernos mucho bien Una diputación de esa catedral, que lo convide a Bogotá, será muy conveniente para que haga una visita apostólica. El piensa escribir al Papa y esto será muy útil con una legación de nuestra parte.
He visto lo que Vd. me dice del Magdalena, y del Sur. Vd. dé las órdenes e instrucciones que le parezcan más conveniente, como mejor le parezca. Sucre debe siempre mandar una expedición marítima por la parte que más convenga, y Torres mandar el cuerpo del general Valdés. Mires puede servir donde quiera con utilidad.
Mucho siento las enfermedades de esos jefes del Magdalena y la no venida del general Clemente; de todos modos, Vd. no dé licencia a ninguno que se vaya a curar a Bogotá. Si Briceño o Manrique quedaron por allá pueden ser empleados. Córdoba sirve siempre bien.
Vd. tome sus medidas en Cundinamarca y Quito para que el 27 de mayo se rompan las hostilidades y en la inteligencia de que si hubiere paz, o nuevo armisticio, allá iré volando.
Es muy cómodo el modo de gobernar de Montilla: pide todo, y no manda nada; así todos son muy amables jefes. Dice que no puede mandar un recluta, yo le he mandado orden para que vengan los Rifles a Maracaibo, ya que no tiene con qué mantenerlos.
Si se toman los fusiles de Norte América mándelos Vd. internar para que se le formen 200 o 300 veteranos en cada provincia.
He mandado llevar a Maracaibo 1.500 fusiles para lo que pueda ocurrir, y levantar un ejército por aquella parte, que será el ejército de Occidente a las órdenes del general Urdaneta, que ya marchó para aquella ciudad.
Fernando VII quiso escaparse de España a fin del año pasado y fue sorprendido por el general Ballesteros, que, a nombre del pueblo, lo llevó a Madrid, del Escorial, donde estaba urdiendo el proyecto, y le han quitado toda su familia real y todo su séquito, habiéndole nombrado otros individuos en su lugar, que son de la confianza del pueblo. Esto es cierto y hágalo Vd. publicar en la Gaceta.
Ibarra y otros muchos han venido de Caracas: todos convienen que ya no hay godos y todos se levantarán en el momento de las hostilidades, y aun antes algunos pueblos.
Los enemigos no se mueven, según noticias, y creo que el suceso de Maracaibo más bien los ha afligido, que irritado. No hablan de amenazas y ya Vd. habrá visto por mi nota a La Torre que tenemos derecho para proteger a todos los colombianos que abracen nuestra causa. Así lo iremos haciendo sucesivamente con todos los que quieran seguir aquel ejemplo, con la esperanza de lograr a la sombra de la paz de las victorias de la guerra; y si mi diplomacia les pareciere mal, el remedio les parecerá peor, pues yo estoy desesperado por las miserias que sufren nuestras tropas en un país absolulamente aniquilado, y sólo abundante de fiebres. Vd. instruya a nuestros jefes del derecho que tenemos a proteger los que abracen nuestra causa, a fin de que no pierdan alguna ocasión oportuna, y espontánea, como la de Maracaibo.
Envío esas proclamas para que se impriman, se manden doscientos ejemplares de cada una, reteniendo Vd. ciento para el Sur, y otras tantas para el Magdalena, a fin de que las mande a principios de mayo con la fecha del cuartel general que yo tenga a mediados de abril.
Dentro de dos días parto para Barinas a ver si encuentro modo de hacer subsistir allí las tropas, porque esto está destruido. Agradézcame Vd. el que no le hable nada de dinero porque considero sus apuros, y porque entre tanto espero los cincuenta mil pesos que le he pedido.
Adiós, mi querido general: lo ama de corazón.
BOLÍVAR
P.D. — ¿Será cierta la noticia de Lima? ¿No será falsa la de Guayaquil?
* Archivo de Santander. Tomo II, pp. 248-250.
Traducción