DOCUMENTO 1680. DEL ORIGINAL. O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL GENERAL PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ, FECHADA EN BUCARAMANGA EL 15 DE MAYO DE 1828, MANIFESTANDO QUE LA COMISIÓN DE HERRERA SE EMPEÑO SIN ÉXITO Y QUE AGUARDA CON TRANQUILIDAD LOS RESULTADOS DE LA GRAN CONVENCIÓN, A LA CUAL NO ASISTIRÍA YA QUE LO OBLIGARÍAN A CEDER A FAVOR DE LOS CONTRARIOS.

Sección
34) Período (02ENE AL 26DIC 1828) O.C.B.

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Palabras Clave

Descripción:
Bucaramanga, 15 de mayo de 1828.

AL SEÑOR GENERAL PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ.

Mi querido Briceño:

He visto las dos cartas de Vd. que me han traído O´Leary y Herrera y siento profundamente en mi corazón toda la pena que Vds. han sufrido. Me ha sido imposible evitarle a Vds. este suplicio porque la situación de la república y más aun la de nuestras castas y denominaciones nos obligan a prever catástrofes horrorosas. En fin, es inútil extenderme sobre esta materia. Me contentaré con agregar que cuando pensé en la comisión de Herrera, fue porque ya estaba convencido de que Vds. no podían hacer más de lo que habían hecho sino empeñándose demasiado y sin un éxito cierto. Esta misma convicción me la ha corroborado el coronel O´Leary, y no me queda la menor duda de que Vds. han hecho cuanto han podido y que harán todavía cuanto sea posible. Entro, pues, de nuevo en el camino de la esperanza y ofrezco tener toda la paciencia necesaria para aguardar con tranquilidad el resultado de los trabajos de la gran convención. Por consiguiente, no insisto más en las ideas que antes había concebido y prometo guardar religiosamente una tregua con Vds. hasta que veamos lo que se haya conseguido por último. Pero esta tregua no quiere decir que me comprometo a desistir absolutamente y sin reserva de mis deseos y pensamientos. Yo los conservo intactos porque ningún poder intelectual es capaz de penetrar hasta el hondo abismo de mis infaustas conjeturas. Yo considero al Nuevo Mundo como un medio globo que se ha vuelto loco y cuyos habitantes se hallasen atacados de frenesí y que, para contener este flotamiento de delirios y de atentados, se coloca en el medio, a un loquero con un libro en la mano para que les haga entender su deber. Crea Vd. que la alegoría no es superior al objeto comparado. Así, pues, yo suspenderé mi juicio: esperaré con paciencia y me quedaré con el derecho de hacer lo que juzgue de mi deber cuando llegue e! caso.

He meditado mucho sobre mi ida a Ocaña, y he sacado en limpio que no conviene por política y por conveniencia. Desde luego, será mal interpretada mi marcha, y en llegando allá me van a echar una red de moderación, obligándome a ceder a cuanto quieran mis enemigos y a las importunidades de mis amigos que tiemblan con mis negativas, y no sé si con razón o sin ella; pero como dice el señor Castillo, las inspiraciones del miedo son fatales. Esta es mi última palabra en un asunto tan grave como delicado, en que es preciso aventurar peligros para obtener victorias.

Esta carta es para los amigos Castillo, Juan de Francisco y los más

que la merezcan.

Soy de Vd. de corazón.

BOLÍVAR.

Traducción