DOCUMENTO 1679. DEL ORIGINAL, O. C. B., CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR A JOAQUÍN MOSQUERA, FECHADA EN BUCARAMANGA EL 15 DE MAYO DE 1828, ALABANDO SU CONDUCTA Y PROFESANDO SENTIMIENTOS DE GRATITUD Y AMISTAD.

Sección
34) Período (02ENE AL 26DIC 1828) O.C.B.

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Palabras Clave

Descripción:
Bucaramanga, 15 de mayo de 1828.

AL SEÑOR JOAQUÍN MOSQUERA.

Mi querido amigo:

Aunque debía a Vd. una respuesta no había replicado de propósito muy deliberado. Ha sido mi costumbre alejarme de los legisladores, por mi propia reputación y por la de ellos. Nunca he influido en que hagan tal o cual cosa, sin haber dejado de profesar públicamente mis opiniones y mis deseos. Esta manifestación podía influir sobre mis amigos, pero indirectamente. ¿Qué podía yo decir a Vd. que Vd. no supiera? ¿Y no habrían sido mis cartas mal interpretadas? Se habría dicho que yo le escribía, pues que siempre se habría de saber lo que hacía para empeñar al más brillante miembro de la convención a que sostuviera mis principios, y lo que es peor, mi ambición. Como yo conozco a Vd. tanto, llegué a temer que su delicadeza se ofendiese con mis cartas. Este escrúpulo llegó a tal grado que resolví privarme del placer de escribir a Vd. y de recibir sus respuestas. Agregaré, para que no me quede nada por dentro, que el espíritu neutral y retenido, mostrado por su primo, amigo, compañero y cuñado, me hizo dudar de las opiniones que podrían profesar mis más respetables amigos. Esto supuesto, juzgué oportuno abstenerme de toda comunicación que pudiera llegar a hacerse impertinente. No se ofenda Vd. ni de la palabra ni de estos sentimientos, pues hombres como Vd. y como su primo pueden profesar con honor todas las opiniones. Vd. dijo y con justicia en su inmortal discurso sobre la federación, que como se trataba de su patria no debía guardar consideraciones. Esta misma sentencia se me podía aplicar sin desdoro de la amistad ni de la más noble conducta. Diré a Vd.. de paso, que cuando temo que desaprueben mí manejo o mis ideas, dejo de importunar con mi amistad a los que me condenan. Entre mil flaquezas, ésta es una de las mías, y espero que Vd. me la perdonará a virtud de mi confesión. Yo poseo el sentimiento de la amistad y de la gratitud: por lo mismo, sus contrarios me son enojosos.

Me preguntará Vd. por qué le escribo ahora. Diré sin detenerme que O´Leary me ha informado que Vd. había notado mi silencio y que lo atribuía a motivos fundados. Desde el principio me ha hecho O´Leary una relación exacta de lo que pasaba y no podía dejar de tributar a Vd. el homenaje de la justicia. Yo gozaba del brillo de la elocuencia de Vd., me sentía arrebatado con los triunfos que han coronado sus esfuerzos, participaba, en fin, de los aplausos que Vd. merecía, porque le respeto y amo con toda la violencia de los sentimientos más puros. No negaré, sin embargo, que la neutralidad de su primo me causaba dolor, no por su influencia, sino porque él es Mosquera: porque es todo de Vd. y porque es, digámoslo así, de mi familia de predilección. Este dolor refriaba el placer que sentía cuando me referían los hermosos discursos que Vd. pronunciaba y el comportamiento generoso que Vd. ha tenido. Mas he sabido con el mayor gusto que el amigo Rafael no es ya neutro sino el más fervoroso defensor de la buena causa.

Concluiré, pues, esta carta con dos palabras que yo sé decir y que Vd. sabe penetrar: yo conozco a Vd. y Vd. me conoce a mí. Lo demás lo dirá nuestra mutua estimación.

Mientras tanto ofrezco a Vd. los sentimientos de mi más cordial afecto.

BOLÍVAR.

Traducción