DOCUMENTO 1678. DEL ORIGINAL, O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL GENERAL RAFAEL URDANETA, FECHADA EN BUCARAMANGA EL 14 DE MAYO DE 1828, PARTICIPANDO EL ESTADO DE LA COSAS DE LA GRAN CONVENCIÓN DE OCAÑA.

Sección
34) Período (02ENE AL 26DIC 1828) O.C.B.

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Bucaramanga, 14 de mayo de 1828.

AL SEÑOR GENERAL RAFAEL URDANETA.

Mi querido general:

Recibí la apreciable carta de Vd. del 30 de abril, y contesto que no se puede por ahora verificar mi marcha a Bogotá estando pendiente el resultado de la gran convención, que, según parece, tiene el ánimo de llamarme para consultar conmigo sobre la nueva constitución que se va a adoptar: esto me lo escriben los señores Castillo, Juan de Francisco y Briceño. O´Leary, que ha llegado anoche, ha sido mandado por todos mis amigos para que me persuada de que no hay temor alguno para temer un mal resultado de la convención. Aseguran que están resueltos a no firmar ni votar cosa que no sea excelente, y que más bien abandonarán el campo a los facciosos retirándose de Ocaña y denunciándolos a la nación como perturbadores y enemigos públicos. El señor Castillo, sobre todos, está fuertemente enardecido contra la facción parricida como él la titula. Esperamos a Herrera mañana o pasado mañana con la decisión de la gran convención sobre mi marcha a Ocaña. Entonces sabremos más y escribiremos a Vd. lo que resuelva, que por ahora no pienso que sea lo que en el anterior correo indiqué a Vd., pues los amigos de Ocaña se han desesperado con mi resolución de irme y dejarlos. Supongo que algunos indiferentes se habrán acalorado con la noticia de mi marcha, y aun me lo dicen así mismo. Si mi desesperación produce buen efecto, tendré que agradecerles este servicio. Y por aquí colegirá Vd. que mi disgusto no es tan infructuoso ni mi soledad de Bucaramanga tan perjudicial.

Briceño promovió el negocio de mi renuncia y cinco mociones seguidas fueron rechazadas, porque la gran convención no quería tratar de ella.

Los Mosquera se portan bien, y Joaquín divinamente, y me alegro mucho de ello, porque yo amo extraordinariamente a Joaquín, que es e! primer orador de la convención, según me dice O´Leary, y que su discurso sobre la federación es una obra maestra.

Acaba de llegar Herrera y nos ha traído noticias de Ocaña hasta el 10 del corriente. Los amigos escriben que ya tenían treinta y cinco votos seguros, prontos a votar mi llamada a Ocaña, y que no lo habían hecho antes porque estaban esperando dos votos que acababan de llegar. La mayor parte de los indiferentes están de acuerdo con los amigos y, según parece, la moción será infaliblemente ganada. O´Leary le mandará a Vd. una carta en que le hablará más extensamente. Mientras tanto ha venido Herrera, porque lo mandaron a avisarme del estado de las cosas para tranquilizarme, pues los amigos están muy alarmados, y me dice Briceño que van a morir de pesar si yo no mudo de idea. Yo repito que teniendo ya tantos amigos en la convención, no perderemos las mociones importantes como acaba de suceder con respecto al empeño que han hecho para que se fuera discutiendo por parte el proyecto de constitución, cuando los nuestros quieren rechazarlo en masa para proponer el suyo o hacer lo que mejor les parezca.

Dígale Vd. al señor Tanco que el señor Castillo se interesa por que no apuren a la mujer de Narváez, pues le consta que su marido no ha dejado con que pagar sus deudas y, como tampoco podemos admitirle dos vales, es mejor dejar la cosa así.

Ha llegado el coronel Cordero a Ocaña con la magnífica representación del ejército del Sur: resmas de representaciones acaban de llegar también, fuertes y tremendas hasta decir que no quieren más código que el que yo les dé.

Santander le ha pedido una sesión a Briceño, y supone que para tratar sobre mí ida a Ocaña a causa de que Valdivieso le dijo a Santander muchas cosas qué le decían del Sur, que no querían más constitución que la que se hiciera con mi anuencia. Pero opónganse o no, ganaran los nuestros; porque treinta y cinco votos seguros hacen mayoría. El señor Castillo dice que querría que fuese muy superior la mayoría.

Diré, pues, el próximo correo el resultado. Dígale Vd. a esos señores secretarios que tengan esta carta por suya y que no les escribo porque no hay nada más de nuevo.

Soy de Vd. de corazón.

BOLÍVAR.

P. D.—¿Qué hace Montúfar, el diputado de Quito, en Bogotá? dígale Vd. que se venga a Ocaña donde es necesario y su cuñado Aguirre me lo ha recomendado mucho, diciéndome que él va a hacer su persona en la convención, además de que va a cumplir con su voto como diputado.

Traducción