DOCUMENTO 1669. EL ORIGINAL, O. C. B., CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL GENERAL RAFAEL URDANETA, FECHADA EN BUCARAMANGA EL 7 DE MAYO DE 1828, PARTICIPANDO LAS ÚLTIMAS OCURRENCIAS DE LA CONVENCIÓN DE OCAÑA E INFORMANDO QUE ESPERA LA RESOLUCIÓN DE SUS AMIGOS PARA DECIDIR SI MARCHA A VENEZUELA; ASEGURA QUE PREFIERE LA DERROTA Y DIVIDIR AL PAÍS ANTES QUE LA CAPITULACIÓN.

Sección
34) Período (02ENE AL 26DIC 1828) O.C.B.

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Bucaramanga, 7 de mayo de 1828.

AL SR GENERAL RAFAEL URDANETA.

Mi querido general:

Mosquera me dice que llamen al coronel Obando que está en el Cauca, y yo no sé que hacer con él, pues es un pérfido ingrato. Entiéndase Vd. con él a ver que hacemos con ese hombre.

Yo deseo que esos amotinados de Honda sean juzgados con la mayor severidad y con el último rigor, y los de Cartagena, conforme a las leyes, para que no se critique nuestra conducta en la gran convención, conforme lo han hecho.

Parece que en Maturín las cosas no van bien, y que Bermúdez es el autor de algunos movimientos de que no tengo noticias.

No sabe uno que hacerse con Colombia: unida o dividida es ingobernable. Tengo ganas de ir a Venezuela a mejorar su organización de un modo u otro, pero espero una resolución de mis amigos de Ocaña para determinar esto. Yo les he dicho que el proyecto de reforma que tienen es una pamplina, y que yo, con ella, no me encargo del gobierno de la república, y que mejor será que dividan el país para que cada uno´ haga de su capa un sayo. Deben estar muy perplejos con su resolución, pues deben animarse infinito o desesperarse enteramente: yo les he dicho que prefiero una derrota a una capitulación. Veremos lo que hacen esos señores, aumentándose cada día nuestro partido sin aumentarse nuestras mejoras.

He desistido enteramente de que Vd. vaya a Cartagena por todo lo que Vd. dice; pero no crea Vd. que yo he dudado de su decisión, sino que no quería obligarlo a lo que le fuese perjudicial. Doy a Vd. las gracias por sus expresiones bondadosas en este asunto.

Tenga Vd. la bondad de manifestar al Sr. Tanco que apruebo sus medidas enérgicas y sus servicios importantes. Desde luego, no le escribo porque es inútil, pero debe tener las cartas a los compañeros como suyas. A cada uno digo algo diferente porque es inútil.

Los amigos de Ocaña me escriben mucho y me ofrecen algo: me aseguran que su partido se aumenta y cuatro diputados más deberían llegar con opiniones favorables. Sin embargo, hasta el día no han ganado más que una sola votación que es la del centralismo; pero esta votación se ha ganado por la conspiración de todos los ciudadanos contra veintidós diputados. La presidencia de Castillo fue un triunfo, pero después perdieron en la reelección. La proposición de Mosquera para que el ejecutivo no pudiera dar empleo a los diputados era el interés de todos rechazarla, tampoco hubo triunfo en esto, porque éste era el del egoísmo que no quería privarse de este recurso. No hay remedio, o los nuestros son unos tímidos, o nuestro partido es muy corto y, sin embargo, yo sé que es muy grande, pero muy mal dirigido, sea por la desunión de los mismos o por la falta de actividad de los jefes. Convengo con Vd. que nada se puede esperar de bueno de la gran convención. Por lo mismo, debe Vd. formar sus ideas conforme a estas tristes palabras. Yo me ahogo en conjeturas sin lograr un solo rayo de esperanza. Es preciso tener una vista muy corta para no prever males infinitos. Yo estoy en el mismo espíritu que cuando se hicieron las elecciones en Bogotá, quiere decir resuelto a abandonar a Colombia, si un milagro no dispone otra cosa. Yo me sepulto vivo entre las ruinas de esta patria por complaciente y dócil a los consejos de los tontos y de los perversos; por lo mismo, debo irme o romper con el mal. Lo último seria la tiranía y lo primero no se puede llamar debilidad, pues que no la tengo. Estoy convencido de que si combato triunfo y salvo el país y Vd. sabe que yo no aborrezco los combates. ¿Mas por qué he de combatir contra la voluntad de los buenos que se llaman libres y moderados? Me responderán a esto que no consulté a estos mismos buenos y libres para destruir a los españoles y que desprecié para esto la opinión de los pueblos; pero los españoles se llamaban tiranos, serviles, esclavos y los que ahora tengo al frente se titulan con los pomposos nombres de republicanos, liberales, ciudadanos. He aquí lo que me detiene y me hace dudar.

He dicho a Vd. todo y no me queda nada por dentro. Soy de Vd. de corazón.

BOLÍVAR.

Traducción