DOCUMENTO 1635. DEL ORIGINAL, O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR A ESTANISLAO VERGARA, FECHADA EN BUCARAMANGA EL 10 DE ABRIL DE 1828, INFORMANDO SOBRE LAS RELACIONES EXTERIORES Y AGRADECIENDO SUS SERVICIOS.

Descripción:
Bucaramanga, 10 de abril de 1828.

Mi estimado amigo y señor:

He recibido la apreciable carta de Vd. de 28 de marzo, que contesto solamente con respecto al ramo de relaciones exteriores, pues la carta al señor Restrepo dirá lo demás. Las noticias de Europa son de naturaleza a excitar nuestra atención, sobre todo lo que Vd. me dice con respecto a España y por lo que hace al comisionado que allí tenemos, me refiero en todo a lo que Vds. determinen en consejo de gobierno. Lo mismo digo con respecto a la respuesta que se le debe dar al señor ministro del Perú, con quien no puedo tener imparcialidad en las actuales circunstancias, y lo más a que me atrevo es a ceder a Vds. mi resolución; además, negocios políticos con extraños deben ser tratados con mucha circunspección y consejo. El general Soublette me ha dado parte de otro negocio de su ministerio de Vd. en que tiene parte la Inglaterra, y mi respuesta es la misma: como tengan por más conveniente justo y político. Ni yo entiendo de derechos ni yo tengo quien me aconseje aquí. Tanto más me determino a esta absoluta confianza cuanto que el general Urdaneta me ha informado que yo no me he equivocado en mis esperanzas con respecto al ministerio, que se conduce de una ma­nera incomparable, tanto en celo como en energía. Reciba Vd., pues, por su parte, las gracias y déla a mi nombre a sus dignos colegas, asegurándoles, de mi parte, la más cordial gratitud por sus importantes servicios.

Mucho me gusta lo que Vd. me dice con respecto a representaciones, ellas obligarían a la convención a conformarse a la voluntad nacional.

Siento infinito el mal de ojos que Vd. sufre; pero, ¿quién no sufre mal de ojo?

Soy de Vd. afmo. amigo y servidor.

BOLÍVAR.

P. D.—Insta el señor Madrid para que le manden poder e instrucciones para tratar con Hamburgo y potencias del Norte, para lo cual incluyo a Vd. el duplicado de las ideas que le servirán de norte. El negocio de que hablo sobre Inglaterra, no es sino con respecto al ministro americano: lo advierto porque fue equivocación.

No me gusta que intervengamos entre los argentinos y el Emperador, sino en el caso de que pudiéramos inducir al último a la idea justa de dejar a la Banda Oriental en libertad de formar su gobierno propio, y de ninguna manera debemos entrar por la erección de un nuevo trono en América. Esto no es bueno ni nos sería honroso como republicanos acérrimos.