DOCUMENTO 9389 ORDEN GENERAL PARA EL 25 DE ABRIL DE 1824, EN EL CUARTEL GENERAL DE HUAMACHUCO. SE REFIERE A LOS ÉXITOS DE LAS GUERRILLAS DIRIGIDAS POR EL CORONEL NINAVILCA Y A LAS DEL COMANDANTE ALIAGA. SE CONFIRMA LA DESAVENENCIA ENTRE OLAÑETA Y LASERNA.*

Descripción:
Orden General para el 25 de abril en el Cuartel General de Huamachuco.

Se han recibido comunicaciones de los comandantes de guerrillas del centro, de la derecha y de la izquierda que alcanzan hasta el 30 de marzo. Estas obtienen buenos sucesos donde quiera que se encuentran con partidas enemigas.

El señor coronel graduado Don Ignacio Ninavilca en el Alto de Tunas tomó un sargento y dos soldados de los Granaderos Montados de los Andes, a los que hizo fusilar como traidores el 20 de marzo; las partidas del mismo coronel, en otro pequeño encuentro que tuvieron en la Tablada de Lurín, mataron un soldado enemigo y tomaron otro muy mal herido.

El 15 sorprendió su avanzada de Lurín a tres individuos que emigraban de Lima para Arequipa con pasaporte del gobierno.

El mismo día la misma avanzada aprehendió unos arrieros que conducían víveres a Lima.

Los víveres los repartió entre sus tropas y los arrieros están presos. También ha tomado algunas partidas de ganado que conducían para Lima.

Este digno cacique de Huarochirí cada día despliega más adhesión a su patria y más resolución de hacer una guerra eterna a los opresores de ella. El coronel Ninavilca, con su noble conducta, enseña a los infames traidores la senda que debieron seguir.

El comandante don Antonio Aliaga participa que el 15 de marzo hicieron los enemigos una salida por tres diferentes direcciones con el objeto de robar ganados; la más fuerte de éstas, que constaba de más de 100 hombres, fue batida por los valientes del mando de Aliaga que persiguieron hasta cerca de Chupaca [ 1 ], matándole tres soldados.

Una avanzada de 8 hombres de la partida del comandante Aliaga, a las inmediaciones de Chupaca, se encontró con unos artilleros enemigos que cuidaban mulas y caballos. Estos fueron acometidos inmediatamente y a los pocos tiros echaron a huir hasta Chupaca, siendo perseguidos por los nuestros hasta allí.

Los dispersaron, les tomaron un prisionero armado, tres mulas y un caballo.

El comandante Aliaga dice que no puede explicarse el temor que los godos tienen a nuestras partidas, que ni a la fuerza exorbitante que tienen en aquellos pueblos comparada con la que los acomete, es suficiente para que tengan un momento de quietud, por que a cada instante se figuran que les cae encima algún gran golpe, tal es el temor que tienen los godos a los libertadores.

Las guerrillas de Canta extienden sus incursiones hasta Asnapuquio, a media legua de Lima y siempre con un buen suceso.

Por aquella parte está bien cerrada la comunicación de la capital, haciendo otro tanto por el centro el coronel Ninavilca.

Todos los comandantes de guerrillas aseguran que sus partidas y los pueblos están resueltos a sostener a todo trance la libertad e independencia de su patria, burlándose de las ridículas invitaciones que tantas veces le han hecho Tagle, Berindoaga, Canterac y Canela. Invitaciones que han mandado originales a S. E. el Libertador.

También Villar de Fuente y el miserable español Caparros han dirigido invitaciones al bravo comandante Don Juan Suárez, que también las ha mandado originales a este cuartel general. Es un empeño el que tienen estos traidores de convidar con la infamia a estos patriotas.

Ellos se engañan, pues el único resultado que obtienen es hacerse cada vez más despreciables.

La división de Monet, que regresó de Lima, apenas consta de 1.300 hombres, de éstos la mayor parte enfermos presumiéndose que pocos sanarán del contagio que contrajeron en la capital. La marcha de Monet a Lima le ha costado la pérdida de su División, sin que ésta haya sido reemplazada por el Batallón del Rio de la Plata con pocos y granaderos montados que se pasaron, porque se han dispersado la mayor parte, y otros han sido fusilados por los españoles bajo pretexto de revolución, pero la verdad es que lo hacen por desconfianza que tienen de ellos.

Se confirma por todas partes la noticia de la desavenencia entre Olañeta y La Serna, la marcha de Valdés contra aquél, y aun se dice que Canterac tendrá que moverse hacia el sur para someter a Olañeta.

Los enemigos apenas tienen desde Tarma hasta Pampas [ 2 ] cinco mil hombres, de estos más de la mitad son reclutas. Véase si estos miserables, aun cuando todos fueran veteranos podrán medirse con los libertadores de la América Meridional.

* De una publicación en facsímile de: República de Colombia Estado Mayor General Libertador Registro de Ordenes Generales desde el 20 de marzo de 1823. Reproducido en Registro de Ordenes Generales del Ejército Unido Libertador en la Campaña de Ayacucho, s/p.

NOTAS

1) Chupaca: Ciudad de Perú, capital del distrito del mismo nombre en el departamento de Junín. Situada a unos 200 kilómetros de Lima.
2) Pampas se encuentra hacia el N., limitadas estas llanuras por el río Ucayali; Tarma está situada en el departamento de Junín, a unos 175 kilómetros al N. E. de Lima