DOCUMENTO 1265. BLANCO Y AZPURUA, TOMO XI, 167. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÌVAR PARA ANTONIO JOSÉ DE SUCRE, LE INFORMA SOBRE SUBLEVACIÓN DE LA PROVINCIA DE TARIBA CONTRA BUENOS AIRES, COMO TAMBIEN LOS PROBLEMAS DE BUENOS AIRES Y BOLIVIA. EXPONE EL MAL ESTADO DE VENEZUELA Y COLOMBIA; AVISA QUE PREPARA EL ENVIÒ DE UNA EXPEDICIÒN A PUERTO RICO. CARACAS, 5 DE FEBRERO DE 1827.
Sección
33) Período (01ENE AL 28DIC 1827) O.C.B.
Personas
Lugares
Palabras Clave
Descripción:
Caracas, 5 de febrero de 1827.
AL EXMO. SEÑOR GRAN MARISCAL DE AYACUCHO, ANTONIO JOSÉ DE SUCRE.
Mi Querido General:
En este correo no he recibido sino una carta de Vd., muy corta, en que me habla sobre las asignaciones hechas a los señores Heres, La Fuente, Miller y el empréstito que se quiere hacer en Bolivia para satisfacer el millón. Sobre lo primero contesto de oficio, y después lo haré sobre el empréstito. Por cartas del Perú he sabido que la provincia de Tarija se ha sublevado contra Buenos Aires; y agregando esta novedad a lo que Vd. me dice en su última carta del 4 de diciembre sobre la negativa del gobierno de Buenos Aires a reconocer la soberanía de Bolivia, y el efecto que había causado esta novedad en el congreso, temo mucho que las cosas lleguen a enredarse por allá de tal modo, que sea preciso tomar un partido fuerte y decidido. Santa Cruz, hablándome sobre esto, me dice que está pronto a auxiliar a Vds. Por esto mismo deseo que Vd. me hable largamente sobre esta importante materia, a fin de ver qué es lo que debo hacer yo en defensa de Bolivia. Por acá todo está quieto: todo reposa tranquilo. Lo mismo sucede en Cumaná, de donde me escribe Marino, y los comisionados que han venido de allí me aseguran que no hay novedad. Yo ocupo toda mi sagacidad, todo mi influjo y buena fe en calmar los partidos que han agitado este país en estos últimos ocho meses; y me es agradable decir a Vd. que en gran parte he logrado este objeto.
Después de las primeras noticias que se han recibido aquí sobre la guerra entre Inglaterra y España no hemos tenido ninguna otra. Hemos sí visto algunos papeles públicos de aquellos días, y todos ellos hablan de los negocios del Portugal en términos que no nos dejan duda alguna de la guerra. Estos son, pues, los monumentos que debemos aprovechar para enviar una expedición a Puerto Rico, que ya estoy preparando. Constará de 5 a 6.000 hombres, todos veteranos y mandados por el general Páez. Padilla mandará la marina. Yo creo que poco nos costará apoderarnos de Puerto Rico. Después veremos qué es lo que se puede hacer sobre la Habana.
No puede Vd. imaginarse el estado en que se halla Venezuela: por una parte, la moderación y la prudencia del pueblo nos dan esperanzas fundadas de orden y estabilidad; por otra, la miseria pública es tan grande que entristece a cualquiera que la contemple. Últimamente el servicio público es abominable; con respecto a esto, en Colombia todo es lo mismo. Cuando considero a Bolivia y al Perú hallo una notable diferencia que no lisonjea a este país. Necesitaría muchos años para reparar los errores y los fraudes cometidos en el tiempo de mi ausencia; pero solamente la paz puede remediar una parte de nuestros males. Lo peor de todo es que yo estoy sumamente cansado del trabajo y que hay obstáculos bastante insuperables para entablar una reforma general. Mucho temo que el mal sea durable, sobre todo en la parte oriental, donde los elementos de que se compone el país son los más nocivos. Lástima tengo a la Patria de Sucre. Sin embargo, haré todo por ella.
En este momento recibo comunicaciones y noticias de treinta días, de Inglaterra. Ellas me dicen que todo el alboroto de los ingleses se reduce a amenazas contra la España, y que no había guerra. Deben, pues, cesar nuestros preparativos, porque sin la cooperación de la Inglaterra nada haríamos. Así no haga ninguna alteración en los cuerpos.
Memorias a Olañeta, Infante y demás amigos bolivianos.
Soy de Vd. de todo corazón.
BOLÍVAR.
Traducción