DOCUMENTO 1887. CARTA DIRIGIDA POR EL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR DESDE SAN MIGUEL, EL 27 DE JUNIO DE 1817 A SUS AMIGOS LOS HERMA­NOS FRANCISCO RODRÍGUEZ DEL TORO (MARQUES DEL TORO) Y FERNANDO RODRÍGUEZ DEL TORO, QUIENES SE HALLABAN ASILADOS ENTONCES EN LA ISLA TRINIDAD, INCITÁNDOLES A REGRESAR A LA PATRIA .*

Sección
9) Período (01ENE AL 11SEP 1817) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
[Al señor Marqués del Toro y a don Fernando Rodríguez del Toro] [ 1 ]]

Mis queridos amigos:

¿Se han muerto Vmds. [ 2 igualmente la nota 1 del doc. n° 112 todos en la Correspondencia Personal.

NOTAS

1) Aun cuando en el documento microfilmado no figura la mención de los destinatarios, el contexto no permite dudar de que se trata de los hermanos Rodríguez del Toro. En la copia publicada por el Dr. Lecuna en Cartas del Libertador, I, pp. 281-282, la carta está dirigida así: ""Al Señor Marqués del Toro y a Don Fernando Toro. Trinidad"".
2)
En el texto de “Cartas del Libertador” se lee siempre ""Vds"" donde en el microfilme dice ""Vmds.""., o han bebido las aguas del Leteo? El mitológico río cuyas aguas, al ser bebidas, producían el olvido. Un silencio tan profundo me hace pensar Se escribió primero ""pensarlo"", y luego se tachó la sílaba final que Vdms. han cesado de existir en el mundo político. No sentiría tanto este Se había escrito ""el"" y luego se corrigió encima como aparece. silencio Testado: ""de Vmds""., si algo me indicase que conservan aún los sentimien­tos de amistad que siempre me han profesado. Pero nada en Vmds. da señal de vida, a lo menos con respecto a mí. Mi que­rido Marqués, mi querido Fernando, no sean Vmds. ingratos En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""tan ingratos"". con un amigo tan fiel, tan constante y tan tierno como yo. Si Vmds. se han olvidado de mí son muy injustos, y merecen mil quejas de mi parte.

¡Cuánto celebraría volver a ver a Vmds., para que hablá­semos detalladamente del caos en que nos hemos sepultado En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""nos hallamos sepultados"" desde que no nos vemos! Vmds. envueltos en las tinieblas del Limbo El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo""., y yo en los horrores del Averno Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se refiere
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En el texto de “Cartas del Libertador” se lee siempre ""Vds"" donde en el microfilme dice ""Vmds."".,
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El mitológico río cuyas aguas, al ser bebidas, producían el olvido.
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Se escribió primero ""pensarlo"", y luego se tachó la sílaba final que Vdms. han cesado de existir en el mundo político. No sentiría tanto este Se había escrito ""el"" y luego se corrigió encima como aparece. silencio Testado: ""de Vmds""., si algo me indicase que conservan aún los sentimien­tos de amistad que siempre me han profesado. Pero nada en Vmds. da señal de vida, a lo menos con respecto a mí. Mi que­rido Marqués, mi querido Fernando, no sean Vmds. ingratos En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""tan ingratos"". con un amigo tan fiel, tan constante y tan tierno como yo. Si Vmds. se han olvidado de mí son muy injustos, y merecen mil quejas de mi parte.

¡Cuánto celebraría volver a ver a Vmds., para que hablá­semos detalladamente del caos en que nos hemos sepultado En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""nos hallamos sepultados"" desde que no nos vemos! Vmds. envueltos en las tinieblas del Limbo El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo""., y yo en los horrores del Averno Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se refiere igualmente la nota 1 del doc. n
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Se escribió primero ""pensarlo"", y luego se tachó la sílaba final
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Se había escrito ""el"" y luego se corrigió encima como aparece. silencio Testado: ""de Vmds""., si algo me indicase que conservan aún los sentimien­tos de amistad que siempre me han profesado. Pero nada en Vmds. da señal de vida, a lo menos con respecto a mí. Mi que­rido Marqués, mi querido Fernando, no sean Vmds. ingratos En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""tan ingratos"". con un amigo tan fiel, tan constante y tan tierno como yo. Si Vmds. se han olvidado de mí son muy injustos, y merecen mil quejas de mi parte.

¡Cuánto celebraría volver a ver a Vmds., para que hablá­semos detalladamente del caos en que nos hemos sepultado En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""nos hallamos sepultados"" desde que no nos vemos! Vmds. envueltos en las tinieblas del Limbo El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo""., y yo en los horrores del Averno Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se r
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Se había escrito ""el"" y luego se corrigió encima como aparece.
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Testado: ""de Vmds""., si algo me indicase que conservan aún los sentimien­tos de amistad que siempre me han profesado. Pero nada en Vmds. da señal de vida, a lo menos con respecto a mí. Mi que­rido Marqués, mi querido Fernando, no sean Vmds. ingratos En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""tan ingratos"". con un amigo tan fiel, tan constante y tan tierno como yo. Si Vmds. se han olvidado de mí son muy injustos, y merecen mil quejas de mi parte.

¡Cuánto celebraría volver a ver a Vmds., para que hablá­semos detalladamente del caos en que nos hemos sepultado En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""nos hallamos sepultados"" desde que no nos vemos! Vmds. envueltos en las tinieblas del Limbo El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo""., y yo en los horrores del Averno Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se refiere igualmente la nota 1 del doc. n° 112 todos en la Correspondenc
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Testado: ""de Vmds"".
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En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""tan ingratos"". con un amigo tan fiel, tan constante y tan tierno como yo. Si Vmds. se han olvidado de mí son muy injustos, y merecen mil quejas de mi parte.

¡Cuánto celebraría volver a ver a Vmds., para que hablá­semos detalladamente del caos en que nos hemos sepultado En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""nos hallamos sepultados"" desde que no nos vemos! Vmds. envueltos en las tinieblas del Limbo El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo""., y yo en los horrores del Averno Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de l
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En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""tan ingratos"".
13)
En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""nos hallamos sepultados"" desde que no nos vemos! Vmds. envueltos en las tinieblas del Limbo El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo""., y yo en los horrores del Averno Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regr
14)
En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice: ""nos hallamos sepultados""
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El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo""., y yo en los horrores del Averno Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se refiere igual
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El amanuense había interpretado como ""Ymbo"" la palabra dictada por Bolívar, pero la tachó y el mismo Martel puso entre líneas ""Limbo"".
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Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".. El resto de nuestros días lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, Vmds. lo que han sufrido y observado, y yo lo que ha pasado por mí, o por mi vista. Entonces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que ellos divertirían nuestros últimos días.

Querido Fernando: uno que se llama Gobierno Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se refiere igualmente la nota 1 del doc. n° 112 t
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Martel puso primero ""Aberno"", que fue tachado, y de su misma letra interlineó ""Averno"".
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Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año. te ha nom­brado, o por mejor decir te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo; sea legítimo o no, yo apruebo En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marq
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Alude al efímero Congreso que se había reunido en Cariaco en mayo de ese año.
21)
En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"". su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado que el Marqués también debe venir a ocupar el mando de mi co- razón, ya que tú vienes a ocupar el de la Patria En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, l
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En “Cartas del Libertador” se lee: ""aprovecho"".
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En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"". . El destino que ofrezco a mi El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, con
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En “Cartas del Libertador”, op. cit., esta parte se lee así: ""Añado que el Marqués debe venir también a ocuparse de la Patria"".
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El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas. querido Marqués es más seguro, aunque no sea tan honroso como Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se refiere igualmente la nota 1 del doc. n° 112 todo
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El amanuense escribió primero ""a mi"" en una sola palabra (ami) y esto fue tachado; luego, el mismo Martel puso ""a mi"" entre líneas.
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Testado: ""que"", y sustituido por ""como"". el de Fernando.

Vengan Vmds., queridos amigos, a morir por su país, o por lo menos a morir en él. Yo creo que es preferible la muerte a la expatriación y a la vida apática y nula Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fernando, la nota 2 del doc. n° 88. A ambos se refiere igualmen
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Testado: ""que"", y sustituido por ""como"".
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Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

interlineado. que Vmds. sufren. Digo más: que es preferible vivir en cadenas por la patria a existir fuera de ella en una triste inacción Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqu
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Primero se había puesto ""muda"", se tachó y se escribió ""nula""

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Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.. En fin, amigos, Vmds. deben venir a envolver sus cenizas con las de sus pa­dres, amigos y compatriotas: Vmds. fueron autores de esta re­generación o mejor diré de nuestra En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del doc. n° 22. Sobre su hermano Fer
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Martel había escrito ""inagción"", palabra que fue testada y luego se escribió ""inacción"" entre líneas por el mismo.
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En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"". redención. Vmds., pues, no deben abandonarla en medio del torbellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y día que el destino que ahora tienen no es el que la patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso, y me atrevo a decirlo porque espero que Vmds. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré a Vmds. que ya es tiempo de sacu­dir el letargo en que Vmds. yacen: ya es tiempo de recoger el fruto de los sacrificios: la victoria, la paz y la felicidad Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltes
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En “Cartas del Libertador”, loe. cit., dice ""esta"" en vez de ""nuestra"".
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Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"". nos prometen sus favores; vengan Vmds. a saborearlos conmi­go, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman a Vmds. cordialmente En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llama
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Martel entendió mal lo que Bolívar le dictaba y escribió:""la victoria, capaz y la felicidad"". Luego él mismo tachó ""capaz"" y lo sustituyó entre líneas por ""la paz"".
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En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar.. Pero nadie tanto como

SIMON.

* De microfilme de un manuscrito firmado y corregido. En el Archivo Nacional de Colombia, en Bogotá, se conserva este documento, el cual fue microfilmado por la Fundación John Boulton, de Caracas, en la Sección Venezolana del Archivo de la Gran Colombia, Serie C. tomo XXII, Nos. 70-72, de donde lo ha transcrito la Comisión Editora. Ofrece la peculia­ridad de llevar la firma autógrafa de Bolívar (sólo el nombre, ""Simón"", dado el grado de amistad que le unía a sus corresponsales) pero al mismo tiempo presentar varias tachaduras y enmiendas en el cuerpo del docu­mento, que está todo escrito de puño y letra del amanuense Jacinto Martel, de quien son también las correcciones mencionadas. El hecho de que la carta aparezca firmada permitiría considerar que nos hallamos en presencia del documento original, pero las numerosas correcciones sugieren que no es así, sino que se trata de un borrador. Pueden haber sucedido, varias cosas: a) El Libertador le dictó la carta a Martel, la revisó luego con éste y le hizo corregir numerosos errores de grafía (""Aberno"" por ""Averno"") o de oído (""capaz"" por ""la paz"") etc., y sea por impaciencia o por falta de tiempo para recopiarla —un barco podía estar a punto de salir hacia Trinidad— decidió firmarla y enviarla tal cual estaba, con correc­ciones y todo. En este caso, nos hallaríamos en presencia de la carta original, b) El Libertador dictó la carta y la firmó sin leerla; pero luego se fijó en los errores y se los hizo corregir a Martel, a fin de que éste, tratando a la carta firmada como si fuese un borrador, la pasara de nuevo en limpio. Luego Bolívar firmó esta última, la cual fue remitida a los destinatarios, mientras que la primera, aunque firmada, permaneció en el Archivo como si fuese un borrador o una copia. Esto sería lo que tendríamos ahora a la vista, en tal caso. Es difícil dictaminar con precisión cuál de las dos hipótesis (que admiten modificaciones de detalle) es la verdadera: La Comisión se inclina hacia la B. Ante esta relativa inseguridad del texto (pues el Libertador bien pudo introducir algún cambio en la segunda copia, si se admite la hipótesis b), la Co­misión ha decidido señalar en las notas ciertas diferencias que se observan entre el texto del documento conservado en el Archivo Nacional de Colombia y el texto de una copia de la cual se valió el Dr. Vicente Lecuna para publicar esta carta en la primera edición de Cartas del Libertador, tomo I, pp. 281-282 (Caracas, 1929). Respecto a los desti­natarios, se trataba de los hermanos Francisco Rodríguez del Toro mejor conocido por su título (Marqués de Toro) y Fernando Rodríguez del Toro (más corrientemente llamado Fernando Toro) quienes estaban en­tonces asilados en la isla de Trinidad. El segundo se hallaba inválido a causa de una grave herida recibida en combate, frente a Valencia, en 1811, y el Marqués se resistía a separarse de él; así, sólo regresaron a tierra venezolana después de la batalla de Carabobo. Sobre el Marqués de Toro, consúltese la nota 1 del do
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En “Cartas del Libertador”, loe. cit., hay una coma después de ""cordialmente"" y la palabra siguiente empieza con minúscula. Además de esta, hay otras diferencias de puntuación, de escasa monta, que no hemos considerado indispensable señalar..

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