DOCUMENTO 2200. PROCLAMA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR DIRIGIDA A LOS SOLDA­DOS, FECHADA EN ANGOSTURA, EL 17 DE OCTUBRE DE 1817 SOBRE EL FUSILAMIENTO DEL GENERAL PIAR*

Sección
10) Período (15SEP AL 31OCT 1817) Correspondencia Oficial

Personas

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Palabras Clave

Descripción:
SIMÓN BOLÍVAR, Jefe Supremo de la República de Venezuela.

PROCLAMA

A los Soldados del Ejército Libertador

¡Soldados!: Ayer ha sido un día de dolor para mi corazón. El General Piar fue ejecutado por sus crímenes de lesa-patria, conspiración y deserción. Un tribunal justo y legal ha pronun­ciado la sentencia contra aquel desgraciado ciudadano, que embriagado con los favores de la fortuna, y por saciar su am­bición, pretendió sepultar su Patria entre sus ruinas. El General Piar, a la verdad, había hecho servicios importantes a la República y aunque su conducta había sido siempre la de un fac­cioso, sus servicios fueron pródigamente recompensados por el Gobierno de Venezuela.

Nada quedaba que desear a un jefe que había obtenido los grados más eminentes de la Milicia. La segunda autoridad de la República, que se hallaba vacante, de hecho, por la disiden­cia del General Mariño, iba a serle conferida, antes de su rebe­lión; pero este General que sólo aspiraba al mando supremo, formó el designio más atroz que puede concebir una alma per­versa. No sólo la guerra civil, sino la anarquía y el sacrificio más inhumano de sus propios compañeros, se había propuesto Piar.

Soldados; vosotros lo sabéis: la igualdad, la libertad y la In­dependencia son nuestra divisa. ¿La humanidad no ha recobra­do sus derechos por nuestras leyes? ¿Nuestras armas no han roto las cadenas de los esclavos? ¿La odiosa diferencia de clases y colores no ha sido abolida para siempre? ¿Los bienes naciona­les no se han mandado repartir entre vosotros? ¿La fortuna, el saber y la gloria no os esperan? ¿Vuestros méritos no son remu­nerados con profusión o por lo menos, con justicia? ¿Qué quería, pues, el General Piar para vosotros? ¿No sois iguales, libres, independientes, felices y honrados? ¿Podía Piar procuraros mayores bienes?; ¡No, no, no! El sepulcro de la República lo abría Piar con sus propias manos, para enterrar en él, la vida, los bienes, y los honores de la inocencia, del bienestar y de la gloria de los bravos defensores de la libertad de Venezuela, de sus hijos, esposas y padres.

El cielo ha visto con horror este cruel parricida; el cielo lo entregó a la vindicta de las leyes y el cielo ha permitido que un hombre que ofendía a la Divinidad y al linaje humano, no profanase más tiempo la tierra, que no debió sufrirlo un mo­mento, después de su nefando crimen.

¡Soldados! El cielo vela por vuestra salud, y el gobierno, que es vuestro padre, sólo se desvela por vosotros. Vuestro jefe que es vuestro compañero de armas y que siempre a vuestra cabeza ha participado siempre de vuestros peligros y miserias, como también de vuestros triunfos, confía en vosotros. Con­fiad, pues, en él, seguros de que os ama más que si fuere vues­tro padre o vuestro hijo.

Cuartel General de Angostura, octubre 17 de 1817. – 7°.

BOLÍVAR

* Del original. Conservado en el Museo Bolivariano, Caracas, álbum N° 1. La firma y rúbrica son autógrafas, y el resto del documento es de letra, al parecer, de José Gabriel Pérez.

Traducción