DOCUMENTO 1993. DE UNA COPIA. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL SEÑOR JOSÉ MARÍA DEL CASTILLO RADA, FECHADA EN QUITO, 27 DE ABRIL DE 1829, SOBRE EL INDULTO OTORGADO A LOS POBLADORES DE AZUAY Y LOS CAMBIOS EN EL CONSEJO DE ESTADO.

Sección
35) Período (01ENE AL 27DIC 1829) O.C.B.

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Quito, 27 de abril de 1829.

Señor don José María del Castillo Rada.

Mi estimado señor y amigo:

He tenido la mayor satisfacción al recibir la apreciable carta de Vd., del 29 de marzo. Entre las infinitas veces que he tenido el placer de estar completamente de acuerdo con Vd., nunca lo he estado tanto como en esta ocasión.

Muy exacto cuanto Vd. dice con respecto al Perú y al convenio de Girón; pero ya Vd. ha visto que de nada nos ha valido la inmensa gene­rosidad que hemos usado con los vencidos. Ahora nos dicen que viene La Mar con todo su ejército a sostener a Guayaquil. Me parece muy bien la opinión de Vd. sobre la marina, y es la misma que tengo for­mada hace mucho tiempo. Nada haremos si no tenemos la escuadra en el Pacifico.

Aunque estoy muy convencido de la necesidad que tenemos de la inte­gridad de Colombia, no sé si tendremos bastante juicio y razón para mantenerla mucho tiempo. Sobre todo, temo que si la conducta del nuevo congreso no es admirable, todo se perderá.

Celebro infinito lo que Vd. me dice con relación a la empresa del señor Ouvrard, púes esto pone más claro el proyecto de aquél, interésese Vd., púes como dice en el arreglo de este negocio.

Ya estoy desesperado por ver lo que Vd. me dice sobre la tal especulación de cuyo resultado parece que está pendiente nuestra esperanza. No hay la menor duda que este es el punto más capital de cuantos ocupan nuestra atención.



Vd. parece que desea mi regreso a Bogotá, y yo también participo del mismo sentimiento, por lo que puedo ofrecerle que no perderé un día en el Sur, luego que pueda desprenderme de este país.

Ya he recomendado antes de ahora a los señores ministros, y a Vd. mismo, el asunto del señor Nicolás del Castillo.

He dado un indulto a los habitantes del Azuay que se habían hecho cómplices de los peruanos. Con esto no puede nadie quejarse de falta de clemencia, y el señor Valdivieso, interesado en el asunto por sus parientes, no dejará de alegrarse.

Si el señor Talavera sale del consejo de estado, sería conveniente poner al señor Rosillo en su lugar, y aunque yo sé que Vd. tiene sus recelos de este sacerdote, no es posible que él sea peligroso en el estado de las cosas; y si Vd. le hacía esperar que sería arzobispo de Bogotá, cuando vaque esa silla, no hay duda que lo tendríamos muy afectuoso con el gobierno y muy dócil.

Parece que el señor Bresson trae miras muy satisfactorias para Colombia y para mí. El general Urdaneta debe haberle comunicado lo que el general Montilla dice sobre el particular.

Dígale Vd. al señor Valdivieso que le doy las gracias por su carta, y que estoy tratando de hacer el bien conforme a la voluntad pública.

Soy de Vd. afectísimo de corazón.

Bolívar.

Traducción