DOCUMENTO 1918. DEL ORIGINAL. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR AL GENERAL JOSÉ ANTONIO PÁEZ, FECHADA EN NEIVA EL 6 DE ENERO DE 1829, LE ACONSEJA TENER MUCHO CUIDADO YA QUE VAN A LLEGAR A VENEZUELA LOS SENTENCIADOS POR LA CAUSA DE CONSPIRACIÓN.

Sección
35) Período (01ENE AL 27DIC 1829) O.C.B.

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Neiva, 6 de enero de 1829.

AL EXMO. SEÑOR GENERAL JOSÉ ANTONIO PAEZ.

Mi querido general y amigo:

El 27 del pasado entró en Popayán la División Córdoba, y aunque persiguió ocho leguas la columna que mandaba el faccioso Coronel López, no pudo darle alcance López siguió a reunirse con Obando, que había ocupado a Pasto desde el 11. Se dice que Obando ha sido derrotado por el general Heres, pero tan lejos de ser probable, tenemos una carta de Heres, en la que dice que por las ocurrencias del Perú no había sido posible ocupar a Pasto con algunos cuerpos del Ecuador. Lo cierto es que la guarnición de Pasto se sublevó el 6 de Diciembre y que a merced de esta defección fue ocupada por Obando la ciudad de Pasto.

La adjunta copia impondrá a Vd. de la declaratoria de guerra que ha hecho el Perú a Colombia. En consecuencia, dominan hoy el Pací­fico y tienen cortadas nuestras comunicaciones con el Sur por el Istmo. La preponderancia de los peruanos en el mar es para Colombia muy ominosa y es preciso contrarrestarla con nuestra marina o parte de ella estacionada en el Atlántico. La fragata ""Colombia"" debe haber salido el 13 de diciembre de Cartagena para Puerto Cabello. Allí debe ser socorrida de todo lo necesar+io para un viaje de seis meses; y debe salir en convoy de una corbeta o bergantín de guerra perfectamente equipado. Dicha expedición debe salir al mando de Beluche, hacer escala en Río Janeiro, refrescar allí víveres, aguada, etc., tomar noticias del estado del Perú y luego montar el cabo y dirigirse a Guayaquil. Es indispensable que Vd. tome mucho interés en el apresto y remisión de esta flotilla al Pacífico con la prontitud que exigen las circunstan­cias, porque el ejército de Colombia es nada teniendo descubiertas sus costas meridionales. También debe Vd. tener presente, y advertirlo así a Beluche y Chitty, que la escuadra del Perú, tan pronto como sepa que la escuadrilla de Colombia se dirige al Pacífico, es probable que salga a esperar a ésta última a la altura de Chile, pues que ningún buque de guerra monta el Cabo sin haber desmontado su artillería; lo cual da una superioridad a la escuadra que se halle en expectación.

La desatención que ha dado el general Flores a los negocios de Pasto, y los datos que tenemos sobre las medidas hostiles del Perú, me inclinan a creer que puede La Mar haber recibido el refuerzo de 3.500 hombres que había pedido a Gamarra. En este caso es muy aventurada la suerte de nuestro ejército del Sur, que, según dice el general Heres, no tiene más que 5.000 hombres disponibles para un ataque. Yo pienso organizar inmediatamente un ejército de reserva con el cual pueda remediar los males de una derrota que pudiera sufrir Flores o reforzar el ejército de su mando, en caso de una prudente reti­rada. Son muy pocos los elementos personales con que cuento para esta operación; pero confío en los esfuerzos que Vd. hará por remitirme los 3.000 venezolanos que le he pedido, y con la extrema actividad que Vd. empleará para habilitarlos, equiparlos y ponerlos en camino hacia la capital de Bogotá, en donde recibirán el último impulso por la direc­ción que sea más conveniente.

Atrincherados como deben estar hoy los facciosos tras las rocas de Pasto se presenta un nuevo obstáculo que superar y del que no podremos triunfar sin dispendio de algún tiempo y sin algunos sacrificios de todo género. Es de primera necesidad asegurar la retaguardia del ejército del Sur y franquearnos el paso y comunicaciones entre el centro y los extremos de la república. La adquisición de Pasto y su conservación es de vital importancia para nosotros, su posesión vale por la de una plaza fuerte de primer orden. Ya Vd. inferirá de aquí la necesidad en que estoy de obrar con energía y con celeridad y que la primera depende de un ejército numéricamente fuerte.

Concluyo reproduciendo a Vd. las reflexiones que le he hecho en mis anteriores.

Añadiré a Vd. que deben seguir a Venezuela muchos de los senten­ciados por la causa de la conspiración; tal vez entre ellos irá Santander. Tenga Vd. mucho cuidado con todos ellos: no permita Vd. se le fuguen ni que influyan en el país, no sea que comprometan la seguridad del gobierno y la tranquilidad pública. Mucho, mucho cuidado, mi querido general, mucha energía y mucha actividad, le encarga más y más su amigo de corazón.

Memorias a mis amigos, sobre todo a Briceño.

Bolívar.

Traducción