DOCUMENTO 1234. COMUNICACIÓN DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR DIRIGIDA AL SECRETA­RIO DE LA GUERRA DEL GOBIERNO GENERAL, ANDRÉS RO­DRÍGUEZ, FECHADA EN EL CUARTEL GENERAL DE MOMPOX EL 23 DE FEBRERO DE 1815, CON UNA NUEVA EXPOSICIÓN DE LA DELICADA CIRCUNSTANCIA EN QUE SE HALLA POR LA CONDUCTA DE CARTAGENA*

Sección
6) Período (20SEP 1814 AL 08MAY 1815) Correspondencia Oficial

Personas

Lugares

Palabras Clave

Descripción:
Ciudadano Secretario de la guerra.

Hasta este momento he esperado impaciente la llegada del señor Presidente del Congreso Marimón[ 1 ] y la del ciudadano García de Sena[ 2 ], enviado por Cartagena a tratar conmigo, sin que ninguno de estos comisionados parezca, ni dé señal de vida. Mientras tanto el Gobierno de Cartagena manda a su ejército y a los pueblos que no me obedezcan, como lo verá VS. por las copias que tengo el honor de incluir.

Tanto mi edecán Kent[ 3 ], como el Capitán Layette[ 4 ], que acaba de llegar de Cartagena, me han informado que a los pueblos se les había mandado abandonar sus hogares, si yo me presentaba, pin­tándome como un enemigo feroz. También se me ha informado que el Coronel Cortés[ 5 ] ha salido con 300 hombres de Cartagena a reforzar la línea que debía concentrarse hacia Sabanilla, a donde llevaría un corsario dos mil fusiles más; y que mis enemigos per­sonales procuran fomentar la desobediencia al Gobierno general, porque yo mando sus armas.

Yo temo que haya un rompimiento, y que el comisionado Marimón no logre evitar esta desgracia. Los agentes del partido de Cartagena, no son de los que se apaciguan con razones; y así yo juzgo muy conveniente que el mismo Gobierno general venga a Carta­gena, tanto a transigir las diferencias, como a establecer su autori­dad de un modo estable, y cuyos efectos sean saludables; sin esta traslación momentánea que las circunstancias exigen, y que nada tiene de indecorosa, la causa pública va a padecer graves males.

Yo espero poco un acomodo con respecto a mi ejército; mas es posible que me den los auxilios que pido, porque ellos temen a las tropas de mi mando.

En cuanto al Gobierno general se debe temer todo, porque en alejándome yo, los caudillos de Cartagena se manejarán con abso­luta independencia de la Unión. Quizás yo me engaño en esta con­jetura; pero VS. debe calcular que no es enteramente infundada, y que mi celo por el Gobierno me hace pensar con cautela. Mi deseo sería que el Poder Ejecutivo se acercase a la costa en las actuales circunstancias, para que dirigiese de cerca mis operacio­nes, fuese testigo de ellas, organizase el Gobierno provincial de Santa Marta, enviase al interior los elementos bélicos de que ca­rece el Sur, y restableciese la tranquilidad en todo este país. Santafé está quieta y no ha menester de la presencia actual del Gobierno; con el Congreso y sus tropas todo quedaría bien. Pido a VS. se sirva excusar cerca del Gobierno mis observaciones, y recibirlas con la indulgencia que merecen la pureza de mis intenciones, y el anhelo de aumentar la gloria de nuestros magistrados y la seguridad de la República.

Las demoras que sufrimos nos retardan horriblemente las ope­raciones, porque no puedo dar una orden, buscar un hombre, una barquera, un caballo, solicitar víveres ni aprontar nada, nada para la expedición. Las tropas se están enfermando excesivamente, los vestidos rompiéndose; los fondos del ejército agotándose, y todo destruyéndose inútilmente sin esperanza de mayores auxilios, y sí con temores de muchas pérdidas. Tan grandes embarazos y desgra­cias nos vienen de las pasiones irritadas de hombres que se jactan de ser patriotas, honrados y sabios. ¡Dios mío, qué harían enemigos perversos!

Dios guarde a VS. muchos años.

Cuartel General de Mompox, 23 de febrero de 1815.—5°.

SIMÓN BOLÍVAR.

[Nota al margen:] Santa fé, 14 de marzo de 1815. Dígasele que se re­piten a Cartagena las órdenes dadas al Gobierno y jefe militar para que pongan a su disposición las tropas de operaciones que no sean necesarias para la guarnición, y demás auxilios ya dichos, en el concepto de que no debe acercarse a aquella plaza; que si no se franqueasen, dirija las fuerzas disponibles a Santa Marta, Maracaibo o cualquiera otro punto de Venezuela para donde las considere proporcionadas, avisándolo así para facilitarle los auxilios que estén al alcance de este Gobierno; pero que nunca emprenda hostilidad contra Cartagena, para evitar los estragos consiguientes a una guerra civil. Al Gobierno de Cartagena prevéngasele el cumplimiento de las órdenes anteriores sobre este asunto (que a precaución se le duplicarán); manifiéstensele los males que van a resultar de cualquiera contravención, al paso que el golpe sobre Santa Marta debe ser mortal para los enemigos como favorable a la libertad de la Nueva Granada y Venezuela, y que entonces las fuerzas de las Provincias interiores ocurrirán también al aumento del Ejército del Sur. (Hay tres rúbricas). Rodríguez. (Rúbrica).

* Del original. Archivo del Libertador, Vol. 22, folios 92-93. La firma y rúbrica son autógrafas del Libertador. El cuerpo del documento está escrito de puño y letra de Pedro Briceño Méndez. La nota marginal es de letra de amanuense no identificado. La firma y rúbricas son autógrafas.

NOTAS

1) Juan Marimón.
2)
Manuel García de Sena.
3)
Manuel (o Pedro Manuel) Kent.
4)
Acaso sea el mismo ""Capitán Layet"" mencionado en el Doc. N° 115, en la Correspondencia Oficial.
5)
Manuel Cortés Campomanes. Véase la nota 22 del Doc. N° 97, en la Correspondencia Oficial.

Traducción